Legisladores republicanos y demócratas sometieron hoy a un intenso interrogatorio al exdirector de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos, James Comey, quien fue despedido por el presidente Donald Trump en mayo de 2017.
Aunque el exdirector del FBI había demandado que su comparecencia fuera de carácter público, los republicanos de la Cámara de Representantes determinaron que fuera cerrada a la prensa, argumentando que se trataba de asuntos judiciales delicados.
Entre los temas discutidos durante el interrogatorio destacó el inicio de la investigación federal por la injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales del 2016, así como sobre las labores de vigilancia de algunos asesores de la campaña presidencial del presidente Trump, incluido Carter Page.
Unos legisladores republicanos expresaron frustración tras opinar que el exdirector del FBI no fue lo suficientemente detallado en sus respuestas. En contraste, legisladores demócratas acusaron a los republicanos de tratar de desacreditar la investigación del FBI.
Comey tiene previsto regresar la próxima semana al Congreso para dar su versión sobre la investigación federal relacionada con el escándalo de los correos electrónicos de la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton.
Por el momento, los republicanos mantienen el control de los comités de la Cámara de Representantes, pero a partir del 3 de enero próximo serán sustituidos por la nueva mayoría demócrata que resultó de las elecciones intermedias de noviembre pasado.
Legisladores demócratas han prometido reabrir la investigación del Comité de Inteligencia de la cámara baja sobre la interferencia rusa en los comicios presidenciales en los que resultó electo Trump.