Miles de gazatíes acudieron este sábado a los funerales de los manifestantes muertos la víspera en enfrentamientos con el ejército israelí, que dejaron 16 muertos del lado palestino, en la jornada más sangrienta desde la guerra de 2014.
Pese a la cólera que crece desde el viernes, solamente algunos centenares de manifestantes retornaron el sábado por la tarde a zonas cercanas a la frontera con Israel, para proseguir su movimiento de protesta.
Esta protesta, que durará seis semanas con manifestaciones a lo largo de la valla de seguridad entre Gaza e Israel, fue convocada por la sociedad civil para exigir el "derecho de retorno" de los refugiados palestinos y denunciar el estricto bloqueo impuesto por Israel en Gaza.
Sin embargo, tropas israelíes realizaron el sábado disparos de advertencia contra jóvenes palestinos reunidos en la frontera entre Gaza e Israel, e hirieron a 13 de ellos.
Mientras en varias ciudades de la Franja de Gaza, una compacta muchedumbre acompañó los ataúdes de las víctimas del viernes, portando banderas palestinas, mientras algunos gritaban eslóganes pidiendo "venganza".
Cinco de los manifestantes muertos era miembros del Hamas, que participaban en "manifestaciones populares al lado de su pueblo", indicó la rama armada de este movimiento islamista que controla Gaza.
Además, una huelga general fue convocada para este sábado en los dos territorios palestinos, la Franja de Gaza y Cisjordania ocupada desde hace 50 años por Israel.
La tensión es grande desde que los soldados israelíes abrieron fuego el viernes contra los palestinos que se acercaron a la fortificada valla fronteriza entre la Franja de Gaza e Israel, habitualmente escenario de sangrientos disturbios.
Además de los 16 muertos, los enfrentamientos dejaron más de mil 400 heridos, 758 de ellos por disparos y el resto por balas de goma o inhalación de gases lacrimógenos, según el ministerio de Salud de Gaza.
No hubo víctimas o heridos del lado israelí.
"Muy bien por nuestros soldados", escribió el primer ministro Benjamin Netanyahu en un comunicado. "Israel actuará con firmeza y con determinación para proteger su soberanía y la seguridad de sus ciudadanos", agregó Netanyahu.
La movilización de los gazatíes "no era una manifestación", sino "actividad terrorista organizada" por Hamas, advirtió un general brigadier, Ronen Manelis.
Los militares israelíes alegaron que dispararon solamente cuando fue necesario, mientras "los alborotadores hacían rodar neumáticos en llamas y arrojaban bombas incendiarias y piedras a la valla de seguridad y a las tropas" israelíes, según indicó un portavoz militar, que estimó que hubo el viernes unos 30 mil manifestantes.
Fuentes militares israelíes adujeron también que hubo intentos de dañar la valla y de infiltrarse en territorio israelí.
Pero los palestinos acusan a Israel de hacer un uso "desproporcionado de la fuerza" y las organizaciones de derechos humanos cuestionaron la utilización por parte de Israel de balas reales.
La "gran marcha por el derecho de retorno" coincidió además con el "Día de la Tierra", un homenaje que se rinde anualmente cada 30 de marzo a seis árabes israelíes muertos en 1976 en manifestaciones contra la confiscación de tierras por Israel.
Otro de los temas de enfrentamiento entre israelíes y palestinos es el estatus de Jerusalén, aún más desde que el presidente estadounidense Donald Trump decidiera reconocer la Ciudad Santa como capital de Israel y trasladar allí la embajada de Estados Unidos.
Mientras el Estado de Israel celebrará en mayo sus 70 años, los palestinos siguen esperando la creación de su propio Estado, que hoy parece más alejada que nunca.