Una semana después de que un volcán submarino cercano a las islas Tonga hiciera erupción y provocara un tsunami, la ayuda humanitaria comienza a llegar al país, a pesar de las complicaciones por el temor de sumar una crisis sanitaria por contagios de Covid-19 en las islas.
Australia y Nueva Zelanda ya comenzaron con la entrega de suministros de emergencia, particularmente agua, aunque un ministro australiano señaló que el temor a desencadenar una crisis de Covid-10 complicaba las tareas de apoyo.
Tonga está libre del virus y aplica estrictos protocolos fronterizos, que requieren la entrega sin contacto de la ayuda y un periodo de cuarentena de tres semanas a cualquier trabajador humanitario que quiere ingresar a su territorio.
"Es un momento muy, muy difícil para la gente de Tonga", dijo el ministro australiano de Desarrollo Internacional, Zed Seselja. "Respetamos absolutamente el deseo del gobierno de no sumar una crisis de Covid a la crisis humanitaria causada por el tsunami", añadió.
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Por su parte, Nueva Zelanda anunció que un tercer buque de la Marina estaba dirigiéndose a las islas con helicópteros, agua, leche en polvo y lonas.
La emisión de ceniza tóxica contaminó los depósitos acuíferos del archipiélago, por lo que el acceso al líquido es una de las principales preocupaciones.
Por su parte, la Unión Europea anunció este sábado que está canalizando ayuda humanitaria a Tonga, a petición de las autoridades del archipiélago del Pacífico, y se mostró dispuesta a dar más asistencia para hacer frente al desastre sin precedentes causado la violenta erupción volcánica y el posterior tsunami.
Un primer barco partió desde la Polinesia Francesa para brindar asistencia, informó la Comisión Europea en un comunicado.
A través de su Mecanismo de Protección Civil, la UE está coordinando con Francia la entrega de 30 toneladas de ayuda, incluidas dos unidades de purificación de agua, cuatro mil litros de agua potable, kits de higiene, tiendas de campaña familiares, herramientas para refugios, cuerdas, bidones y cajas de alimentos no perecederos.
La Comisión Europea coordina la entrega y financia el 75 % de los costes de transporte.
Esta ayuda material se suma a los 200 mil euros de financiación inicial de ayuda humanitaria de emergencia de la UE para la Sociedad de la Cruz Roja de Tonga para ayudar a las comunidades más afectadas.
Autoridades locales calculan que el 84% de la población sufrió las consecuencias de la lluvia de ceniza y el tsunami causados por la erupción del Hunga Tonga Hunga Ha'apai.
"La UE se solidariza plenamente con el pueblo de Tonga en este momento difícil mientras se lleva a cabo la evaluación del impacto del desastre", declaró el comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, y señaló que el bloque está listo para proporcionar más ayuda y experiencia para solventar la crisis.
El Centro de Coordinación de Respuesta a Emergencias de la Unión Europea, que funciona las 24 horas del día, los siete días de la semana, está en contacto regular con las autoridades de Tonga y la delegación de la UE en Fiyi.
Además, el servicio satelital de emergencia Copernicus ha producido imágenes desde el espacio para evaluar el alcance de la destrucción en todo el archipiélago de Tonga.
El gobierno local indicó que los dos fenómenos naturales causaron "un desastre sin precedentes" y declaró una emergencia nacional durante casi un mes.
La catástrofe rompió también un importante cable de comunicaciones submarino que conecta a Tonga con el resto del mundo. La comunicación se ha restablecido parcialmente, pero hará falta al menos un mes para recuperar todos los servicios.
La violenta erupción hace una semana del Hunga Tonga Hunga Ha'apai, que provocó un tsunami en varias naciones bañadas por el océano Pacífico, es la más ruidosa desde que existen registros, según el instituto geológico neozelandés GNS Science.
En el archipiélago, las olas alcanzaron hasta 15 metros de alto y acabaron con la vida de al menos a tres personas, aunque se teme que el número sea mayor a tenor de la destrucción ocasionada, con algunas islas totalmente devastadas.