Al menos ocho personas murieron y otras 21 han resultado heridas este martes durante un bombardeo ruso que alcanzó a un grupo de civiles en la ciudad de Lisichansk, en la región de Lugansk, cuando iban a aprovisionarse de agua potable.
Según informó en su cuenta de Twitter el responsable de la administración militar regional de Lugansk, Serhii Haidai, los rusos dispararon contra los ciudadanos de este enclave, la llave que podría darles el control total de esta región.
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"Están asaltando la ciudad desde el sur y el suroeste, intentan bloquearla desde este lado para hacerse cargo de la conexión de transporte con la región de Donetsk", explica en su mensaje Haidai.
El responsable militar publicó un video sobre lo que asegura es el bombardeo de esta ciudad con el mensaje "la lucha continúa entre Vovchoyarivka y refinería".
Unas horas antes, Haidai aseguró que el ejército ruso había bombardeado en las últimas horas a gran escala toda la región de Lugansk, aunque con especial virulencia Lisichansk.
Precisó que los rusos además habían atacado "deliberadamente" tres estaciones de bombeo en la zona, y que dos puentes y un túnel para automóviles, que conectaban las dos partes de la ciudad, quedaron destruidos.
También, el ejército ruso "disparó contra un mercado, atacando una vez más un área donde era probable que se reunieran muchos civiles. Los rusos están arrasando con los residentes de la región de Lugansk", insistió Haidai.
El Ejército de Moscú trata desde hace días de tomar Lisichansk, el último enclave de importancia que le queda por conquistar en la región de Lugansk, en el este de Ucrania, tras haberse hecho con el control de la vecina Severodonensk.
El Kremlin intenta crear una pasillo que una el este de Ucrania con el sur, donde también ya controla algunas zonas y ocupa, desde 2014, la península de Crimea.