RIAD, Arabia Saudita.- Más de 1.7 millones de musulmanes iniciaron el “hach” (peregrinación) a la ciudad santa de La Meca, a la que regresan los fieles iraníes después de un año de suspensión y a la que al final acuden los cataríes, en medio de la crisis diplomática entre Catar y los países del golfo Pérsico.
A pesar de haber cerrado la frontera con Catar el pasado 5 de junio, Arabia Saudita ha permitido entrar a mil 340 cataríes para realizar la peregrinación, según el Departamento General de Pasaportes saudí, después de que Doha rechazara que Riad fletara vuelos especiales para trasladar a sus ciudadanos.
Por su parte, el ministro saudita de Asuntos Islámicos, Saleh al Sheij, aseguró a la agencia oficial de noticias de su país, SPA, que el reino “está sirviendo a todos los peregrinos sin discriminación o exclusión (...) por nacionalidad, tribu o secta”.
Un total de un millón 723 mil 793 personas llevarán a cabo la peregrinación esta semana.
Sin embargo, la crisis del Golfo impidió el viaje de numerosos peregrinos de Catar. Aunque el gobierno catarí no publicó ninguna cifra, la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Catar estimó que sólo “60 o 70” peregrinos del pequeño emirato habían conseguido viajar a Arabia Saudita la semana pasada. Las estimaciones son superiores por parte de los saudíes, ya que ciertos medios hablan de mil 200 fieles procedentes de Catar.
Estas cifras están muy lejos de los 12 mil cataríes que hicieron la peregrinación el año pasado.
CRISTIANISMO PELIGRA EN MEDIO ORIENTE
La cuna histórica del Cristianismo, Medio Oriente, podría quedarse sin fieles de esta confesión a la mitad de la próxima década, señala un documento del Tercer Foro Internacional Cristiano, que se celebra en la capital rusa de Moscú.
De ocurrir se trataría de una de las consecuencias del actual proceso de radicalización que vive esa región.