El primer ministro israelí, Bejamín Netanyahu, superó al emblemático primer jefe del Ejecutivo de Israel, David Ben Gurión, y se convirtió en el mandatario que más tiempo ha estado a cargo del Gobierno.
Tras más de trece años en el poder, el apodado "Rey Bibi" ha superado al considerado padre de la patria, quien fue el primer jefe del Gobierno del recién creado Estado de Israel en 1948, al permanecer durante 4.876 días en el cargo.
A menos de dos meses de las elecciones del próximo 17 de septiembre, Netanyahu, que afronta múltiples cargos por corrupción, buscará un nuevo mandato que le permita seguir haciendo historia.
A finales de febrero de este año, cuando el fiscal general del Estado anunció que le imputaría por tres causas distintas de corrupción, incluyendo cargos de fraude y soborno, su continuidad en el poder parecía tambalearse.
Sin embargo, y confirmando la inquebrantable lealtad de sus seguidores, esta decisión no tuvo un gran impacto en su liderazgo, algo que quedó en evidencia tras los resultados de los comicios del pasado 9 de abril, donde su partido obtuvo el mayor número de votos y cinco escaños más que en las elecciones anteriores.
Más allá de la victoria, ajustada y amenazada por la creciente popularidad de su rival, el general Beni Gantz, Netanyahu no logró conformar una coalición de Gobierno y, tras la aprobación por la mayoría del Parlamento, consiguió convocar nuevas elecciones, por lo que actualmente ejerce su cargo en funciones.
Lo que parecía una tarea sencilla, por la mayoría del bloque de derechas que el mandatario se encaminaba a encabezar, se vio frustrado por disputas internas, causadas principalmente por divisiones entre religiosos y seculares.
De cara a los nuevos comicios Netanyahu parece seguir siendo el candidato con las mejores posibilidades de formar Gobierno, dado que hoy aparece como el líder natural de un bloque de derechas, que en el Israel actual cuenta con mucho más apoyo que una potencial coalición de centro-izquierda.
En octubre, sin embargo, tiene prevista una vista con el fiscal general del Estado, quien ha recomendado procesarlo por cargos de corrupción que, si son formalizados, podrían forzarlo a abandonar el cargo.
En un país que se caracteriza por sus vaivenes políticos, Netanyahu ha logrado perpetuarse en el poder de manera ininterrumpida desde 2009, sumado a los tres años en que había servido ya como primer ministro entre 1996 y 1999.
Nacido hace 69 años, su carrera política comenzó en 1982 como número dos de la delegación diplomática de Israel en EU, desde donde pasó a ser embajador en las Naciones Unidas.
En 1988 regresó a Israel y, en un meteórico ascenso, se convirtió a los 46 años en el primer ministro más joven de la historia política nacional.
Truncado su primer mandato, se apartó de la política para dedicarse a los negocios y regresó a finales de 2002 como ministro de Asuntos Exteriores y luego de Finanzas.
En las elecciones de 2009, ya como líder del Likud, partido que aún encabeza, Netanyahu fue el segundo candidato más votado detrás de la centrista Tzipi Livni, pero la fortaleza de su bloque derechista le permitió ser quien formó gobierno.
Comenzó así su segundo mandato como primer ministro, cargo que retendría luego en las elecciones de 2013 y 2015, con coaliciones cada vez más inclinadas hacia la derecha.
Su ideología política incluye una férrea defensa del libre mercado, de la identidad y mayoría judías del Estado y el mantenimiento del statu quo en relación a Jerusalén y la ocupación de los territorios palestinos.