Al menos 57 personas murieron y otras 77 resultaron heridas por las intensas lluvias y las inundaciones que azotaron en los últimos días el este de Afganistán, un balance que según el Gobierno talibán podría aumentar en los próximos días.
Desde el 7 de julio, cuando las precipitaciones ganaron en intensidad en el país, 57 personas murieron y otras 77 resultaron heridas en al menos diez provincias de Afganistán, dijo a Efe el portavoz del Ministerio de Gestión de Desastres, Mohammad Nasim Haqqani.
Las inundaciones también ocasionaron pérdidas materiales por la destrucción parcial o completa "de 2.250 casas residenciales, 12.000 acres (unas 4.800 hectáreas) de tierra agrícola, 100 presas agrícolas, y siete kilómetros de caminos destruidos", agregó la fuente.
Según el Ministerio de Atención y Gestión de Desastres, las provincias de Ghazni, Laghman, Paktia, Paktika, Maidan Wardak, Kandahar, Parwan, Zabul y Uruzgan, fueron las más afectadas por las lluvias. Solo en Uruzgan las autoridades han confirmado hasta ahora 26 muertos y 29 heridos.
El gobierno talibán señaló además que el balance de víctimas y heridos podría agravarse en los próximos días en caso de que las lluvias no cesen.
Afganistán todavía está recuperándose de las secuelas del terremoto de 5.9 grados que sacudió el este del país el pasado 22 de junio, y que causó la muerte de más de un millar de personas e hirió a unas mil 500 en la que fue una de las peores catástrofes en este país en décadas.
Este país asiático sufre con frecuencia desastres naturales que ocasionan numerosas pérdidas humanas, como los corrimientos de tierra en los que murieron dos mil personas en mayo de 2014 en el noreste de Afganistán, una situación agravada por casi dos décadas de guerra.
En julio de 2021, las inundaciones desencadenadas por las fuertes lluvias que golpearon el este de Afganistán dejaron al menos 200 campesinos muertos y una comunidad arrasada.
Este desastre, que tuvo lugar en plena ofensiva armada de los talibanes por tomar Kabul, afectó a un territorio que estaba en ese momento bajo el control de los fundamentalistas, lo que dificultó el envío de ayuda por parte del gobierno.
Pakistán también sufre por las lluvias
Igualmente en Pakistán al menos 150 personas murieron en el último mes y más de 160 resultaron heridas en incidentes relacionados con las intensas lluvias de monzón, informaron hoy fuentes oficiales.
Las autoridades mantienen en alerta a la provincia de Sindh, en el sur del país, con precipitaciones incesantes desde ayer que afectan a gran parte de la región, especialmente la ciudad de Karachi.
Solo en está provincia se han reportado 26 muertos desde el pasado 14 de junio, de acuerdo con un parte de la Autoridad Provincial de Gestión de Desastres de Sindh (PDMA), difundido hoy por la estatal Radio Pakistán.
Con esto el total de muertos en todo el país subió a 150 en el último mes, y a 163 el total de heridos.
La provincia de Baluchistán es hasta ahora la región más afectada, con 65 muertos, la mayoría de ellos niños, según el último balance de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres paquistaní (NDMA).
Las provincias de Punjab (23), Khyber Pakhtunkhwa (21), Gilgit-Baltistan (10), Azad Kashmir (4), e Islamabad, suman el resto de las 59 víctimas confirmadas hasta ahora por las autoridades.
Las infraestructuras y viviendas de estas regiones han sufrido también graves daños, con más de mil edificios totalmente destruidos o con daños parciales, según la autoridad nacional que todavía está cuantificando la magnitud de los estragos.
Las precipitaciones han ocasionado además la interrupción del servicio eléctrico en varios sectores, principalmente en la ciudad de Karachi, donde los habitantes han reportado hasta 36 horas sin suministro eléctrico.
Medidas de excepción han sido impuestas en las regiones ubicadas cerca de bancos de agua, presas, ríos y otros cuerpos de agua durante un mes, para evitar mayores incidentes.
El Departamento de Meteorología de Pakistán alertó hoy de "actividad vigorosa de monzón durante la semana", con corrientes del temporal avanzando hacía el norte y centro del país.
"Es probable que otra fuerte corriente monzónica de baja presión se acerque a Sindh a partir del 14 de julio" con lluvias torrenciales, indicó.
Durante la época del monzón en el sur de Asia -de julio a septiembre-, los corrimientos de tierra y las inundaciones son habituales y, además de víctimas, se producen importantes daños materiales.
Las peores inundaciones de la historia paquistaní ocurrieron en 2010, tras un monzón extraordinariamente intenso, que se sumó a un deshielo estival también especialmente abundante y ocasionó unos dos mil muertos y más de 20 millones de damnificados.
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