CIUDAD EL VATICANO. Crece la preocupación por la difícil situación que atraviesa la Iglesia católica. No deja de subrayarla el mismo papa Francisco, a causa de los escándalos de abusos sexuales y serie de denuncias de encubrimiento por parte de religiosos eclesiásticos, que han visto involucrados al mismo pontífice argentino. “Vivimos en un contexto en el cual la barca de la Iglesia es embestida por vientos contrarios y violentos, a causa especialmente de las graves culpas cometidas por algunos de sus miembros”, afirmó Bergoglio.
Un la audiencia concedida a los sacerdotes de la diócesis de Creteil, Francia, Francisco recordó la importancia de “no olvidar la humilde fidelidad cotidiana al ministerio que el Señor les ha donado”.
“La fidelidad a la sede de Pedro (es decir la sede del obispo de Roma, o sea el Papa) expresa la unidad en la diversidad y la comunión eclesial, elemento imprescindible para una fructífera misión”, dijo.
Francisco está lanzando llamados a todos los fieles del mundo para que recen con el fin de superar las divisiones en la Iglesia y para combatir con mayor decisión la plaga de la pedofilia.
De tal manera, la sala de prensa del Vaticano difundió la exhortación de Bergoglio en la que pide rezar cotidianamente el rosario durante todo el mes de octubre, con invocaciones a la Virgen y a San Miguel Arcángel.
La oración dirigida a la Virgen dice: “Bajo tu protección buscamos refugio. Santa Madre de Dios, no desprecies las suplicas de nosotros que estamos en la prueba y líbranos de todo peligro, oh, Virgen gloriosa y bendita”.
A continuación, la invocación a San Miguel Arcángel dice: “San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha contra el mal y las insidias del demonio. Jefe supremo de las milicias celestes, has que precipite en el profundo del infierno con la fuerza de Dios, Satanás y los otros espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
Hace pocos días, Francisco ya había denunciado que “el diablo ha renovado sus ataques para dividir a la Iglesia”, y ahora pide a los fieles católicos que recen, ya que -precisó- “la oración es lo único que derrota al demonio”.