Nueva Zelanda vivió uno de los días más negros en su historia tras el ataque a dos mezquitas perpetuado por un australiano, de 28 años, que acabó con la vida de 49 personas, en una inminente masacre con tintes racistas e islamofóbicos.
El país oceánico es conocido por ser una nación multicultural, donde cerca del 30% de su habitantes son extranjeros, de los nacidos en el país se identificó que el 69% es de ascendencia europea, 9% asiática y sólo 14% de sangre maori, la étnica histórica del país, sin embargo estos números ocultan un oscuro presente dentro de la sociedad neozelandesa.
Los episodios de racismo han aumentado en los últimos años, decenas de casos de neozelandeses con ascendencia europea han querido mostrar su superioridad supremacista sobre los extranjeros, principalmente los procedentes de Asia. Nueva Zelanda recibe anualmente una gran cantidad de indocumentados de Filipinas e Indonesia, principalmente, que huyen de las pésimas condiciones en sus países.
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La visita de estos extranjeros ha sido marcada por eventos y enfrentamientos con los neozelandeses, quienes exigen su expulsión al grito de "este país es para los blancos". La mayoría de los casos son verbales y han sido reportados por las comunidades latinas y asiáticas.
También el gobierno ha mostrado algunos tintes negros que la oposición ha tachado como xénofobos, actualmente las oportunidades laborales para los extranjeros son menores a los nacidos en el territorio, y también se debatió una ley que prohíbe la venta de casas a los no nacidos en el país.
Si bien, los actos racistas perpetrados antes del atentado en las mezquitas del jueves, no son violentos, se teme una escalada ante la movilización de pequeños grupos supremacistas tanto en Australia, como en Nueva Zelanda, con inspiraciones en grupos de derecha europea.
COMPARECENCIA
El sospechoso, identificado como Brenton Harrison Tarrant, un australiano, ha sido acusado solo por asesinato, en la que también resultaron heridas de bala 48 personas, incluidos niños, durante la comparecencia ante un tribunal un día des pués de la matanza de Christchurch.
El presunto autor, con ropa blanca de preso y con grilletes en las manos y los pies, hizo un gesto con las manos propio de los grupos de supremacía blanca flanqueado por dos policías en el tribunal del distrito de Christchurch.
Los ataques se produjeron a primera hora de la tarde en dos mezquitas situadas en el centro de Christchurch, la mayor ciudad de la Isla Sur del país, en el día del rezo musulmán. Un total de 41 víctimas murieron en el tiroteo en la mezquita Al Noor, mientras que otros siete fallecieron en la de Linwood y otra persona fue declarada muerta en el hospital.
La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, que ayer calificó los tiroteos como un "ataque terrorista", dijo que el acusado tenía dos fusiles semiautomáticos y dos escopetas con licencia y se comprometió a cambiar las leyes sobre tenencia de armas en el país.
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"El individuo acusado de asesinato no llamó la atención de los servicios de inteligencia -ni la policía- por extremismo", indicó la mandataria, quien agregó que tampoco tenía antecedentes penales.
De los otros tres detenidos, Ardern señaló que uno fue liberado sin cargos y que otros dos están siendo investigados. El atacante, con ropa militar, grabó durante 17 minutos la matanza en una de las mezquitas y lo retransmitió en Facebook.
El supuesto responsable también colgó un manifiesto en las redes sociales con ideología extremista y proclamas contra los musulmanes los inmigrantes.