Los gigantes de las redes sociales han eliminado publicaciones de líderes mundiales por difundir información errónea sobre el coronavirus, pero su acción ante la "infodemia" no abarca a todos.
Jair Bolsonaro y Nicolás Maduro han sido el blanco de las nuevas políticas que Facebook y Twitter implementaron desde que inició la crisis, ante la creciente ola de desinformación; sin embargo, líderes como Donald Trump ha escapado a este escrutinio no obstante lo peligroso que sus tuits han resultado para la salud pública de Estados Unidos.
A finales de marzo, Twitter y Facebook retiraron videos del presidente brasileño donde alentaba el uso de cloroquina para curar el Covid-19, diciendo que "está funcionando". Dias antes, Twitter borró un mensaje del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, donde daba un supuesto antídoto contra el coronavirus e invitaba a ingerir un brebaje casero para, entre otras cosas, "eliminar los genes infecciosos".
Marcelo Reich, presidente de la Asociación Nacional de Periodistas Brasileños y vicepresidente nacional del grupo RDS sobre la cobertura del Covid-19, narra que en su país la prensa debe sustentar para debatir las declaraciones de Bolsonaro, que niega la pandemia y se ha caracterizado por menospreciar a la prensa.
Los gigantes tecnológicos, incluido Google, ampliaron sus reglas para excluir contenido que contradiga la información y la orientación de las autoridades de salud que "podrían colocar a las personas en mayor riesgo de transmitir Covid-19".
Sin embargo, Donald Trump ha promovido en Twitter y Facebook que la hidroxicloroquina es cura efectiva, a pesar de que no ha sido comprobado. También promovió inyectarse cloro, pero Facebook, Twitter y YouTube se negaron a eliminar sus declaraciones publicadas en línea en videoclips, diciendo que no ordenó específicamente a las personas que siguieran los tratamientos no probados.
De acuerdo con Twitter México, han sido eliminados en todo el mundo más de 2 mil 200 mensajes por contener contenido engañoso y potencialmente dañino y tiene en la mira a más de 3.4 millones de cuentas. Pero no ha sido suficiente.