Thierry Mugler dio a las mujeres la posibilidad de vestir como heroínas y desde los años ochenta transformó la moda a través del escaparate que le dieron iconos como Madonna, y después Lady Gaga o Kim Kardashian. El creador más escénico, que convirtió las pasarelas en conciertos de rock, falleció inesperadamente este domingo a los 73 años.
Nacido en Estrasburgo en 1948, Manfred Thierry Mugler fue antes que diseñador bailarín. Comenzó trabajando a los 14 años en la Ópera del Rhin, antes de viajar a la ciudad de París para hacerse un hueco en la danza.
También lee: Joyería que conecta con lo más profundo
Pero lo que llamó la atención no fueron sus pasos sino sus prendas, por las que empezó a ser contratado como estilista independiente en París, Londres y Milán. Con sólo 25 años, decidió ir más allá y abrió su primera tienda, Café de París, un trampolín hacia lo que un año más tarde sería la sociedad Thierry Mugler, con la que empezó a vestir a las mujeres con una teatralidad futurista.
Decía que era el baile lo que le había enseñado "la organización del vestido, la importancia de los hombros, el juego y el ritmo de las piernas". Partiendo del traje de sastrería de la década de 1940 con el que había triunfado Christian Dior, exageró las formas femeninas marcando los hombros, estrechando la cintura, alargando los escotes y dibujando unas artificiosas y voluminosas caderas.
Un dramatismo que explica la estrecha relación que durante toda su carrera Mugler trabó con cantantes como Madonna, Lady Gaga, Beyoncé y más recientemente Kim Kardashian.
TEATRAL Y FUTURISTA
La moda de Mugler encajó como un guante en los excesos de los 80, donde la mujer que proponía parecía transformarse en un robot o una sirena. Su enorme sentido del espectáculo pasó a un nivel superior en el décimo aniversario de la creación de su marca, en 1984, cuando reunió a 6 mil personas en la sala de conciertos Zénith de París para mostrar su última colección.
Fue la primera presentación de moda pública en Europa a la que se podía acceder como a cualquier concierto, pagando una entrada que costaba 178 francos (27 euros), rememora el vespertino Le Monde, que recuerda aquella pasarela como "un concierto de rock".
En los años 90 llegó "Angel", un perfume en un frasco con forma de estrella que se convirtió en uno de los más vendidos de la historia y que llegó a disputarle el primer puesto al Nº 5 de Chanel.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Tantas excentricidades no acabaron con su enorme sentido de la independencia: Mugler rechazó la propuesta del empresario Bernard Arnault de dirigir Dior, como había rechazado algunos años antes trabajar en el vestuario de una película de Francis Ford Coppola.
Según dijo su agente en la prensa local, Mugler tenía previsto anunciar una nueva colaboración, en el marco de los múltiples proyectos que llevaba adelante, siempre mirando al futuro.
TE RECOMENDAMOS EL PODCAST ⬇️
Disponible en: Acast, Spotify, Apple Podcasts, Google Podcasts, Deezer y Amazon Music