Por MARÍA ESTHER ESTRADA
CORRESPONSAL
ÁMSTERDAM,Holanda. (OEM-Informex).- “Llévate este rebozo, quiero que lesdigas a los que viven allá en el otro mundo quienes somos, cómovivimos y qué hacemos. Llévatelo para que nos recuerdes, para queno nos olvides”. Con estas palabras pronunciadas en lengua mixe ycon un rebozo blanco con líneas rojas y verdes en la mano, sedespidió de ella su abuela Eulalia en el 2013. Tania MartínezCruz estaba por iniciar su doctorado en la Universidad deWageningen, en los Países Bajos.
Aquí la entrevisté hace unosdías. Con apenas 30 años, llena de vida y de energía, con unasonrisa que brilla también en sus ojos, es una joven que sabe quéquiere y que cada día da un paso más para lograr sus metas que,de manera muy sucinta, podría resumir en: “un México mejor,más equitativo, que ofrezca mayores oportunidades para las niñasy los niños de nuestro país”. Y para ello, para poner sugranito de arena en este gran proyecto social, está buscando en elcampo y en la tecnologíalas herramientas necesarias para sustentarese crecimiento.
SUS ORÍGENES
A fin de darle perspectiva a suhistoria, es importante conocer sus orígenes. Tania Eulalia nacióen 1987 en una pequeña comunidad en el estado de Oaxaca. Ahí esdonde está enterrado su ombliguito, donde están susraíces.
Desde muy chica acompañó de puebloen pueblo a sus padres, maestros de educación indígena. Mástarde se quedó en su comunidad para poder estudiar la primaria,así que pasóbuena parte de su infancia en las montañas, ayudandoa su abuelita en las labores del campo. Pero ahí no habíapreparatoria, así que con 14 años (2001) se fue a vivir aTexcoco. Así empezó su peregrinar en solitario. Dado su buendesempeño consiguió una beca en la Universidad Autónoma deChapingo, de donde se graduó en 2008 en Ingeniería deRiego.
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Durante dos años trabajó comoasistente de investigación, consultora y especialista en riegopara la Universidad Autónoma de Chapingo y para una empresaprivada. Fue en ese periodo cuando se interesó más en el aspectosocial de los proyectos tecnológicos y de la políticaagrícola.
Inquieta y con deseos de prepararsemás, en 2010 usó sus últimos ahorros para costearse un curso afin de perfeccionar su inglés y se postuló para la becaFulbright-García Robles. ¡Se convirtió en la primera mujerindígena en obtenerla! Eligió hacer una Maestría en IngenieríaAgrícola y de Biosistemas, especializándose en la gestión delagua y en cultivos para la producción de biocombustibles. Dosaños después presentó sus resultados en unos congresos enTailandia y Camboya.
Al regresar a México trabajó parael Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)en dos proyectos: Más Agro Móvil y Extensión Agrícola dentrodel Programa de Intensificación Sostenible.
UNIVERSIDADDE WAGENINGEN EN HOLANDA
En 2013 obtuvo una beca delCiesas-Conacyt para hacer su doctorado y para ello eligió laUniversidad de Wageningen, en los Países Bajos. Antes de partirpara Europa fue que su abuelita la despidió con elrebozo.
La Universidad de Wageningen estáconsiderada la mejor universidad agrícola en el mundo según laclasificación de QS Top Universities comparando en total más de300 universidades que ofrecen esta especialidad.
Aquí, al amparo del Grupo deConocimientos, Tecnología e Innovación, está haciendo unainvestigación sobre los mecanismos de inclusión y exclusiónsocial en los proyectos basados en la tecnología para laconservación del maíz nativo. En palabras más sencillas, hastadónde realmente puede llegar la ayuda tecnológica en el campomexicano para apoyar a los agricultores que cosechan maíz nativo.Tiene la gran ventaja de que los estudios de campo los hace enMéxico, en colaboración con el CIMMYT, así que sus análisis yconclusiones tendrán impacto directo en nuestro país.
¿Qué te gusta de Holanda?, lepregunté. Por un lado que el sistema educativo es más horizontal,flexible y libre. Pero también la calidad de vida y el concepto deque cada persona es un ser integral por lo que se valora no solo suaspecto profesional sino también el humano y social.
Cuando termine su doctorado, en2018, de aquí se llevará, entre muchos otros, el recuerdo dehaber aprendido a andar en bicicleta.
PREMIO NACIONAL DE LAJUVENTUD
En 2016 recibió este reconocimientopor sus logros académicos. Sus palabras al aceptarlo resumieron suvida hasta ese momento, sus luchas y sus logros. Escuchándolaqueda claro que no olvida sus raíces, que quiere volver a dondefue enterrado su ombliguito, pero no para descansar sino paratrabajar para mejorar la calidad de vida de su comunidad, paraponer en práctica todo lo que ha aprendido en su periplo por elmundo.
ALGUNAS REFLEXIONES
Llegar hasta donde ha llegado harequerido mucha constancia y esfuerzo. Ha sido un camino largo ysolitario, pero está satisfecha.
Tania está convencida del granvalor de la educación (de la que son responsables los padres y lafamilia, no sólo la escuela o el Estado) y quisiera que muchosjóvenes más tuvieran las condiciones y oportunidades para contarhistorias de éxito similares a la suya.
Por eso se pregunta: ¿Qué estamoshaciendo en México para fortalecer la educación y que todostengan acceso a ella a pesar de la inequidad social que impera nosolo en el medio rural sino también en las ciudades? ¿Quéestamos haciendo por el campo mexicano?
Como dice: “Me encanta ir alcampo, hablar con la gente, observar y aprender… Soy una viajeray eso me ha permitido ver mi mundo con otros ojos… Soy unaingeniera aprendiendo a ser un científica social”…
En algún momento de su futuro ellase ve de regreso en México, aplicando lo aprendido en todos estosaños para lograr un cambio en el sector agrícola, además de conuna escuela en el campo y dedicada a proyectos con niños para quetengan un futuro en nuestro país, sin tener que buscarlo en elextranjero.
Sin embargo, no todo ha sido uncamino de rosas. Ha tenido que esforzarse mucho y vivir largastemporadas lejos de los suyos, enfrentando retos en soledad a pesarde las amistades que ha hecho en el camino. Pero ha valido lapena.
Después de escuchar a Tania hacerun balance de su vida hasta el momento, les digo a mis lectores:nunca dejen de luchar por alcanzar sus sueños. El mundo engeneral, y nuestro país en particular, necesitan de más personascon conciencia social que tomen las riendas de su vida y trabajenpor mejorar su entorno. Esta joven es un ejemplo de que quien se lopropone, llega lejos.
Su abuelita Eulalia, que en pazdescanse, tuvo razón. No ha olvidado sus raíces y ha mostrado almundo quienes somos y de lo que somos capaces. Sin duda estaríamuy orgullosa de su nieta.
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