Estocolmo.- Cientos depersonas desfilan hoy por el centro de Estocolmo para acercarse al lugardonde ayer un camión atropelló a una multitud en una zonapeatonal y mostrar su respeto por los cuatro muertos y quinceheridos, saldo provisional de un atentado terrorista que hasacudido Suecia.
La zona que rodea la entrada principal de los grandes almacenesÅhléns, donde se estrelló el camión que ya ha sido retirado porla policía, aparece con vallas de seguridad, mientras continúa lainvestigación y decenas de policías armados patrullan elárea.
Allí, desde primera hora, muchos ciudadanos han ido depositandoflores, velas y tarjetas con mensajes a las víctimas o contra elterrorismo, en medio de un silencio que contrasta con el habitualbullicio de una mañana de sábado en Drottninggatan, la principalcalle peatonal de Estocolmo.
"Sentía que tenía que venir a poner unas flores. Todos estamosafectados de alguna manera", dijo a Efe Eva Wettborg, quien acudióal lugar acompañada por Mia Holgersson, una de las tres amigas conlas que ayer tenía previsto salir a cenar por el centro, un planque suspendieron tras el atentado.
Ambas admitieron que temían que algo así pudiera ocurrir enSuecia y recordaron que seis años atrás hubo en una callepróxima del centro un intento fracasado de ataque con coche bomba,en el que murió el terrorista al detonarle un cinturón conexplosivos.
"Pero aun así sentimos que esta vez algo ha cambiado deverdad", afirmó Wettberg.
También esperaba que la capital sueca podía sufrir un atentadoFredrik Nordmyr, un joven que encendió una vela junto a las vallasy que hizo un llamamiento a "no sentir miedo" y a que toda lasociedad permanezca "unida".
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"Muy afectados" y "consternados" se acercaron al lugar adepositar flores Camilla Bauer, su esposo Jürgen (de nacionalidadalemana), su padre Staffan Junel y una hija del matrimonio, queviven en el centro de la capital, cerca del lugar de loshechos.
Ayer se dirigían a dar un paseo por la calle peatonal cuando seencontraron con una multitud corriendo en sentido contrario, narróJunel, quien se preguntó qué habría pasado si no se llegan aretrasar diez minutos al salir.
"Creo que no podemos doblegarnos, debemos seguir viviendonuestra vida, haciendo las rutinas de todos los días", señalóCamilla Bauer, a quien le cuesta asimilar que Estocolmo haya sufrido unatentado.
El camión -conducido supuestamente por un uzbeko de 39 años,detenido y sospechoso de un delito de terrorismo- irrumpió pocoantes de las 15.00 hora local de ayer (13.00 GMT) enDrottninggatan, y, tras recorrer un tramo atropellando peatones, seempotró contra la entrada de Åhléns.
"Vi cuerpos en el suelo y una mujer con un niño atropellada.Muchos salieron a ayudarlos, pero no sé qué fue de ellos. Lagente gritaba por todos lados", declaró a la cadena de televisiónpública SVT Mattias Kunve, quien contempló los hechos desde uncafé próximo.
Otros testimonios hablan de cómo el camión aceleraba,conduciendo en zigzag, y de cuerpos destrozados sobre elpavimento.
"Vi a alguien en el suelo y con otras personas fuimos a intentarreanimarlo. Luego llegó una doctora y nos dijo que parásemos.Estaba muerto", dijo a ese medio Martin Svenningsen, quien ibasentado en un autobús a pocos metros de Åhléns cuando se produjoel ataque.
Al lugar del atentado se acercaron hoy también los líderes delos principales partidos políticos, el primer ministro sueco,Stefan Löfven, y la princesa heredera Victoria, que ejerce deregente mientras sus padres, los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia,regresan de Brasil, donde estaban en una visita que ha sidosuspendida.
Aunque la policía mantiene cercadas varias áreas del centro,éste comienza a revivir poco a poco: la Casa de la Cultura, frentea los grandes almacenes, reanudará hoy su programación teatral,mientras cines, restaurantes y pubs próximos también hananunciado que abrirán a lo largo del día.
Las banderas de las sedes del Gobierno y del Parlamento, asícomo del Ayuntamiento de Estocolmo y el Palacio Real, ondean amedia asta en señal de duelo.
Además, en todos los partidos de esta jornada de la máximacategoría del fútbol sueco se guardará un minuto de silencio ylos jugadores llevarán brazaletes negros.
/afa