Ante el anuncio de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela (FANB) de mantener la defensa de la Guayana Esequiba durante 2024, expertos señalan que el Ejército del régimen de Nicolás Maduro no cuenta con la capacidad militar ni económica para sostener un hipotético enfrentamiento armado por el territorio en disputa.
El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino, anunció que en el nuevo año la FANB “incrementará todos los esfuerzos para fortalecer el poder militar” luego de un 2023, un “año de victorias marcada por la contundente defensa de la integridad territorial”.
Sin embargo, analistas consideran que el Ejército venezolano no está preparado para enfrentar un conflicto por el territorio en disputa. “Las Fuerzas Armadas venezolanas han sufrido un deterioro muy grave en los últimos años por la situación económica, muchos equipos están obsoletos, muchos vehículos les falta mantenimiento. No estamos hablando de una fuerza preparada para un conflicto”, estimó para El Sol de México el internacionalista Ivan Rojas Álvarez.
“Resulta muy improbable un conflicto bélico entre Venezuela y Guyana. La historia de Venezuela demuestra que somos un pueblo pacífico en nuestras relaciones externas y tampoco hay capacidad en estos momentos para una operación militar a gran escala en la Guayana Esequiba”, comentó por su parte el presidente del Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales, Kenneth Ramírez.
Venezuela movilizó cinco mil 682 "combatientes", 28 aeronaves y 16 embarcaciones, entre otras maquinarias, en su despliegue de defensa militar en aguas disputadas, justo cuando un buque militar británico se trasladó a la zona en apoyo a su antigua colonia Guyana.
Padrino advirtió que los miembros de la FANB se mantendrán "alertas y vigilantes" ante "cualquier provocación", y espera que se respeten los acuerdos suscritos entre Caracas y Georgetown el pasado 14 de diciembre, cuando se comprometieron a no amenazarse mutuamente y evitar incidentes relacionadas con la disputa.
Inconveniente a caracas
Para Kenneth Ramírez, las acciones del gobierno de Venezuela quieren presionar a Guyana para que vuelva a la mesa de negociación, además buscan ganar legitimidad asumiendo una retórica nacionalista y mantener a las Fuerzas Armadas de su parte y obtener apoyo de cara a las elecciones presidenciales de octubre.
Otro de los puntos por lo que descartan que el conflicto escale es la conveniencia de Venezuela de mantener sus relaciones internacionales estables, sobre todo con Estados Unidos con el que ha comenzado a dialogar para poner fin a su aislamiento internacional.
“El gobierno venezolano tiene años tratando de terminar con su aislamiento internacional, tratando de entrar al sistema de forma normalizada, sobre todo con relaciones con América Latina y Europa, y está logrando ese proceso. Un conflicto armado contra Guyana retrocedería esos objetivos, volvería a aislar a Venezuela”, reconoció por su parte Rojas Alvarez.
Venezuela reactivó su reclamo sobre el territorio en los últimos años luego del hallazgo de unos 11 mil millones de barriles de petróleo y gas recuperables frente a las costas de Guyana.
Aunque el área terrestre del Esequibo es en gran parte una selva subdesarrollada, en los últimos años se han producido importantes descubrimientos de crudo y gas en alta mar, lo que ha colocado a Guyana en el mapa mundial de productores de petróleo.
Un consorcio formado por Exxon Mobil, la china CNOOC y la estadounidense Hess comenzó la producción de petróleo en Guyana en 2019.
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La producción de petróleo se sitúa actualmente en unos 400 mil barriles por día de crudo y gas y se espera que aumente a más de 1 millón de bpd en 2027. Estos nuevos yacimientos han impulsado considerablemente la economía de Guyana y promete enormes ingresos para el país en los próximos años.