PAPANTLA, Ver.- Anabel se ganaba la vida vendiendo comida en la zona arqueológica El Tajín y durante meses fue víctima de violencia física y psicológica a manos de su pareja, un albañil que bajo los influjos del alcohol terminó por matarla ayer, al prenderle fuego a la humilde vivienda en cuyo interior se encontraba inconsciente tras haber recibido brutal golpiza. Su cuerpo fue consumido por las llamas, hasta quedar completamente carbonizado, irreconocible.
Alfredo M.M., de 47 años, fue intervenido. El hecho se registró en la comunidad San Antonio Ojital, la cual se encuentra dentro de la poligonal de la zona arqueológica El Tajín, hasta donde llegaron cuerpos de seguridad y grupos de auxilio.
Anabel J. H. contaba con 32 años de edad y era comerciante. Deja en la orfandad una hija que, según familiares, salvó la vida porque se fue a dormir a casa de una tía, pues por la mañana acudiría a la escuela, sin saber que ya no la volvería a ver.