Se enojó porque lo detectaron en el examen cuantitativo, primer grado, y no quiso entregar las llaves de su auto prefiriendo irse arriba de su unidad, remolcada por la grúa, al corralón junto con su acompañante, una joven dama.
Luego de que se instalara el operativo de Vialidad y Alcoholimetría, en la avenida Maestros Veracruzanos, sobre ambos sentidos de la unidad Pomona en esta capital a las 23:30 horas de la noche de este viernes, los oficiales de Tránsito, Transporte Público, Fuerza Civil y un médico, apoyados por personal de asuntos internos y dos visitadores de los Derechos Humanos en el estado, iniciaron la revisión de documentos y examen de alcoholemia a conductores de vehículos particulares, de carga, de alquiler y motociclistas.
De 744 revisiones a automovilistas fueron sancionados por rebasar lo permitido en el consumo de bebidas etílicas 14 y sus vehículos fueron asegurados, además de hacerse acreedores a una sanción administrativa.
Un automovilista que resultó con primer grado en la ingesta de alcohol, no se le permitió seguir conduciendo su unidad, fue exhortado a entregar la llave de su vehículo y a bajar junto con una joven dama que lo acompañaba, pero éste, sumamente alterado se negó rotundamente a obedecer.
A pesar de que le hicieron saber que estaba cometiendo la falta de resistencia a la autoridad y del riesgo que tendría si se iban arriba de la grúa con su auto, no accedió.
Finalmente la unidad fue subida a la plataforma de la grúa y el operador arrancó con destino al corralón, se ignora si más adelante se bajó junto con su acompañante, terminando el operativo a las 4 de la madrugada de este sábado.