Octubre inició con un martes lleno de enfrentamientos entre delincuentes, secuestros y ejecuciones, la inseguridad dejó un rastro de sangre que tiene a la población preocupada, porque parece que no tiene fin.
Para comenzar, en la zona de Chinampa de Gorostiza, tres hombres hasta el momento no identificados fueron asesinados a tiros, tras un enfrentamiento con elementos de la Fuerza Civil.
Los hechos se registraron sobre la carretera Naranjos-Tampico, a la altura de la comunidad Saltillo Grande; una camioneta, se topó con los uniformados y ahí se inició la agresión, los policías al repelerla, en ese ataque fue cuando perdieron la vida los tres individuos.
En Ciudad Mendoza, la familia de Carlos Gregorio V.T. conductor de un taxi, publicó en redes sociales que el ruletero había desaparecido sin dejar rastro.
Se trataron de comunicar a su teléfono celular, pero no contestó; además de buscarlo por muchas partes de la zona sin tener éxito.
En la ciudad y puerto de Veracruz, un empresario fue secuestrado cuando se encontraba en un hotel ubicado cerca de la central camionera. Un grupo de hombres armados habrían dicho ser elementos de la policía.
Las autoridades todavía no dan con el paradero del secuestrado, que cabe mencionar, no opuso resistencia al ver que los delincuentes lo subieron a unos de los vehículos.
Personas que transitaban por el lugar, llamaron al número de emergencia 911 para reportar el hecho, de acuerdo a las versiones oficiales fueron hombres armados, vestidos de civiles los que se encontraban en la calle 22 de Marzo con esquina Orizaba.
En Orizaba, un entrenador de gimnasia recibió un disparo en la cabeza; la herida la causo un custodio que trabaja para una empresa transportadora de valores.
Los hechos se dieron en las calles Sur 17, entre Oriente 4 y 2, la persona fue traslada al hospital gracias a la atención de los paramédicos que trabajan para Protección Civil; se reportó que el sujeto se encuentra delicado de salud.
Cabe resaltar que en algunas versiones se indica que el disparo sólo le rozo la cabeza.
Todo ocurrió cuando el sujeto caminaba por las calles antes citadas y al pasar frente a las instalaciones de la empresa de valores, de acuerdo a algunos testigos, al custodio Edwin Natanael L., se le accionó el arma de manera accidental.