El cruce fronterizo entre Tijuana, Baja California, y Mesa de Otay, San Diego, fue cerrado ayer para un ejercicio de seguridad desarrollado por fuerzas estadounidenses, una semana después de que miembros de la caravana migrante rompieran el cerco implementado en el lado mexicano.
Durante el ejercicio de casi 30 minutos, el segundo en menos de diez días, agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), con equipos antimotines, formaron una línea a lo largo de los doce carriles de entrada de este transitado paso internacional.
Desde poco antes del amanecer, decenas de agentes de la CBP practicaron su formación a la vista de vehículos que esperaban ingresar a Estados Unidos, durante un ejercicio en el que se escucharon múltiples detonaciones y se arrojaron dispositivos de humo, al mismo tiempo que un helicóptero sobrevolaba la zona.
Miembros de fuerzas de seguridad mexicana custodiaron desde este lado de la frontera durante el simulacro.
CRUZAN POR YUMA
En Yuma, Arizona, un entre 100 y 200 personas cruzan a diario a Estados Unidos de manera indocumentada por zonas donde el cerco metálico entre San Luis Río Colorado, Sonora, y San Luis, Arizona, está más destruido, anunciaron voceros de la CBP.
En su sitio de Twitter, la agencia reportó que el sector Yuma de la Patrulla Fronteriza registra el ingreso de grandes grupos que logran traspasar la valla que divide los dos países y caminan sin temor acercándose a las unidades de los agentes, ante quienes se rinden voluntariamente.
El pasado miércoles pasaron más de 100 centroamericanos.
DEMANDAN COOPERACIÓN
En Chiapas, el presidente de la fundación México Presente, Agustín Figueroa Flores, planteó una cooperación internacional con Centroamérica para hacer frente a la violencia y a las causas de la migración, escenarios que tienen como consecuencias traumatismos, daños psicológicos, problemas de desarrollo o inclusive la muerte.
Afirmó que en la frontera sur y las naciones vecinas de Centroamérica se registra una creciente violencia contra la mujer que puede tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico.