SAN DIEGO, California.- La política de Cero Tolerancia implementada por el gobierno de Estados Unidos ha generado controversia por la separación de familias que ha incrementado en las últimas semanas.
Actualmente, del grupo que llegó con la Caravana Migrante 2018 y que lograron cruzar hacia suelo estadounidense, nueve de estas familias han sido separadas, confirmó la coordinadora del proyecto Pueblo Sin Frontera, Gina Garibo.
El abogado de migración, Jesús Grijalva, consideró que no hay ninguna opción legal para evitar la separación de los menores de sus padres durante el proceso de solicitud de asilo político, el cual puede tomar de seis meses a un año.
Para el presidente del colectivo Justicia en Tamaulipas, Giovanni Barrios Moreno, el gobierno de Estados Unidos aplica un racismo apegado a derecho, a través de su actual esquema migratorio aprobado en administraciones pasadas, y sostuvo que esta política sólo aplica para personas de origen latinoamericano más no para europeos.
Mexicanos y latinos que viven en Estados Unidos y activistas que laboran a favor de los migrantes condenaron la separación de los niños migrantes de sus padres en la frontera con México, asimismo,externaron su indignación por esa medida, y que los tengan enjaulados.
CONDENA ONU SEPARACIÓN DE INFANTES
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos instó a Estados Unidos a dejar de separar a los niños migrantes de sus padres en la frontera con México.
"Pensar que un Estado busca disuadir a los padres infligiendo tal abuso a los niños es inadmisible", dijo Zeid Ra'ad Al Hussein en la apertura de una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Zeid mencionó a la Asociación Estadounidense de Pediatría, que describió esta práctica como un "abuso a menores permitido por el gobierno" que puede causar "daños irreparables", con "consecuencias de por vida".
"Llamo a Estados Unidos a poner fin inmediatamente a la práctica de separación forzada de estos niños", dijo, instando a Washington a ratificar la Convención de Derechos del Niño.
“La idea de que cualquier estado busque disuadir a los padres infligiendo este tipo de abusos a los niños es inadmisible. Llamo a Estados Unidos a poner fin inmediatamente a la práctica de separación forzada de estos niños“, dijo en un discurso en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Kirstjen Nielsen, secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, advirtió que su gobierno no pedirá “disculpas“ por la separación de los niños en la frontera con México.
Por separado, el Vaticano y México lamentaron cómo los niños “son los que más sufren” por la migración forzada, de acuerdo con las conclusiones de la segunda conferencia entre el Vaticano y México sobre migración internacional realizada la semana pasada.
“Los niños son los que más sufren de la migración forzada. Debemos actuar de forma efectiva a los desafíos creados por estos flujos, equilibrando los principios de solidaridad, subsidiariedad y corresponsabilidad”. El director de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos en temas de inmigración ha calificado la política como “inmoral”. Fue el principal tema durante la asamblea más reciente de los obispos llevada a cabo en Florida.
Al hablar sobre lo que está ocurriendo en McAllen, Texas donde personal de US Custom está separando a familias para iniciar procesos legales contra adultos por haber ingresado de manera ilegal a ese país, el presidente de esta agrupación civil que lucha por localizar a personas desaparecidas, señaló que estas acciones son crueles e inhumanas.
“Es lamentable lo que está haciendo el gobierno norteamericano al separar a las familias y tratarlos como delincuentes cuando su mayor delito es sólo buscar una mejor calidad de vida, violenta los derechos humanos y normas internacionales, Estados Unidos se formó gracias a la llegada de inmigrantes y estas acciones contravienen sus raíces”, señaló Barrios Moreno, quien sostuvo que la separación de las familias es un caldo de cultivo para la delincuencia.
El dirigente señaló que estas acciones son selectivas dado que sólo aplican contra ciudadanos que proceden de países de América Latina, pero en especial de Centroamérica y México que buscan mejorar su calidad de vida denunciando que reciben un trato de delincuentes.
“No quieren ni recibirlos, a mitad del puente los está rechazando, las oficiales de US Custom no tienen la facultad para recibir peticiones de asilo, no les permiten hablar con oficiales de migración quienes sí tendrían la obligación de escucharlos y someterlos a un proceso de investigación pero no, al contrario, los detienen como criminales y separan a las familias”, denunció Barrios Moreno, quien agregó que esto también ocurre en la frontera con Brownsville y Laredo.