Cientos de horas de videograbaciones debieron revisar agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) para trazar la ruta que siguió el vehículo Chevrolet Malibu, color plata, modelo 2008 en el cual trasladaron al tirador que le quitó la vida a la periodista Miroslava Breach Velducea el pasado 23 de marzo del año en curso, y quien está identificado como uno de los integrantes del grupo “Los Salazar” que a su vez es parte del brazo armado del Cártel de Sinaloa denominado Gente Nueva.
El vehículo era conducido por uno de los sobrinos de Crispín Salazar Zamorano, señalado como el actual líder del grupo de Gente Nueva que opera en la región de Chínipas, y hermano de Adán Salazar Zamorano, actualmente preso, mismo que anteriormente controlaba al grupo criminal en esta región de donde era originaria la periodista quien denunció a través de distintas publicaciones en el periódico de circulación nacional La Jornada en donde era corresponsal, y en Norte de Ciudad Juárez.
Los agentes de la FGE, trazaron el recorrido del vehículo conducido por el sobrino de Crispín Salazar desde antes del homicidio de Miroslava, pues en él dejaron al tirador, quien luego abordó otro vehículo que ya lo esperaba para huir del lugar.
A través de videograbaciones en distintos comercios y domicilios, desde la colonia Infonavit Nacional, hasta la colonia Revolución, pudieron localizar el vehículo Malibu, color plata, en el que huyó el cómplice del tirador.
Cientos de horas de grabación debieron revisarse por los agentes para ir trazando la ruta que siguió el automóvil luego que se cometiera el homicidio en contra de la periodista. Fueron varios días los que se recopilaron y revisaron las cámaras de seguridad conforme se iba trazando la ruta que había tomado el automóvil. En los videos existen capturas de varios segundos y unas otras cuantas que apenas duran un segundo, pero que permitieron la elaboración del mapa de seguimiento.
También algunos videos captaron de cerca al vehículo y su tripulante, mientras que en otros se logró captar a la distancia que iba pasando.
Fue hasta un domicilio en la colonia Revolución a donde se siguió el automóvil utilizado durante el
asesinato de la periodista.
Al interior se encontraba el vehículo y pertenencias del sobrino de Crispín Salazar Zamorano, de quien se presume estaba en Chihuahua estudiando y la casa se rentó para la
estancia de él y otra persona.
Fue así como se tuvo la primera pista concreta sobre el homicidio de Miroslava Breach Velducea, siguiendo las videograbaciones en las que aparecía el vehículo utilizado por los delincuentes. La investigación se concluyó, e incluso se judicializaron ya las órdenes de aprehensión a las personas involucradas, tanto el tirador, el sobrino de Crispín Salazar así como al menos otras dos personas.
La investigación llega hasta los integrantes del grupo Los Salazar, de Gente Nueva y es desde donde se presume que se orquestó el homicidio de Miroslava Breach, por sus publicaciones en contra de dicho grupo tanto en reportajes y columnas publicadas en La Jornada y Norte de Juárez.
Del homicidio se le intentaría adjudicar la autoría a Arturo Quintana Quintana, alias El Ochenta, jefe del grupo criminal Nuevo Cártel de Juárez en la zona occidente de Chihuahua. A través de tres mensajes dejados tanto el día del homicidio, luego en una manta sobre el circuito Tricentenario y una cartulina más junto al cuerpo de Gabriel Ochoa Cárdenas, es que el grupo Los Salazares vinculó al líder criminal contrario.
Se presume que los distractores se derivaron de la amenaza que el gobernador Javier Corral Jurado hizo contra Arturo Quintana Quintana durante su campaña y al ser gobernador electo. Las declaraciones del mandatario de Chihuahua llevarían a los verdaderos homicidas de la periodista a
realizar este tipo de distractores.
La campaña de Javier Corral contra Arturo Quintana, así como las declaraciones que emitió el gobernador, ocasionaron los distintos escenarios posteriores como la colocación de las mantas y el homicidio de Gabriel Ochoa Cárdenas.
Este último, resultó una víctima circunstancial del asunto, pues los familiares aseguraron que era una persona sin ningún vínculo criminal, licenciado en psicología e instructor retirado de karate a los niños y jóvenes de la colonia Junta de los Ríos.
Señalado como una persona introvertida por sus vecinos, estos nunca observaron conductas extrañas o que pudieran presumir de su vínculo con alguna organización criminal, sin recursos propios, con lesiones severas que le impedían una movilidad plena, fue asesinado y señalado como el autor material del homicidio de
Miroslava Breach. Al cuerpo de Gabriel Ochoa, se le dejaría el arma que fue utilizada en el asesinato de la periodista, en un intento de los criminales por frenar la investigación que la Fiscalía General del Estado realizaba.