Un alumno de cuatro años de edad del Centro de Asistencia Infantil Comunitario de Amalucan (CAIC), murió la tarde de este jueves, luego de que, según la versión de su maestra, se desvaneciera en el salón de clase. El menor fue llevado a la Clínica 55 del IMSS, donde los doctores aseguraron que llegó sin vida. La Fiscalía clausuró el centro educativo mientras realiza las investigaciones correspondientes. Por su parte, los padres del niño exigen a las autoridades el esclarecimiento de los hechos.
En entrevista con este medio, los progenitores del pequeño aseguraron que los responsables de la escuela les mintieron respecto a cómo ocurrieron los hechos en los que perdió la vida su hijo, pues los médicos de la mencionada clínica les dijeron que el menor llegó sin vida, contrario a lo que les mencionaron en el colegio, pues ahí les aseguraron que su hijo se desmayó y aún con vida lo trasladaron a la Clínica 55.
De acuerdo a los primeros datos que se tienen, se sabe que los familiares recibieron una llamada de los responsables de la escuela, en la que les notificaron que el menor se había desmayado y que lo habían llevado a la Clínica 55 del Seguro Social que está a unos pasos del CAIC.
Otra versión daba cuenta que el niño, identificado como Diego Luis “N”, se habría subido a una silla y por alguna razón se cayó y terminó inconsciente, por lo que los maestros lo llevaron al nosocomio donde llegó respirando muy lento y luego ya no presentó signos vitales.
Los médicos, al ver que estaba sin vida el menor, dieron parte a las autoridades ministeriales y más tarde se presentó personal de la Fiscalía General del Estado, por una parte a la Clínica 55 para efectuar las diligencias del levantamiento de cadáver y por otra, para realizar diligencias en la escuela, la que finalmente quedó con los sellos de inmueble asegurado por la dependencia para las investigaciones correspondientes, bajo la Carpeta de Investigación 3901/2018/Zona Centro.
EXIJEN JUSTICIA LOS PADRES
Los padres de Diego Luis tendrán que esperar el resultado de la autopsia para saber con exactitud de qué falleció su hijo, pues ellos aseguran que en la Clínica 55 del Seguro Social les dijeron que ya lo llevaron muerto y que la directora de la escuela les mintió al decirles que solo se desmayó y vivo lo llevaron al hospital.
En entrevista para El Sol de Puebla, Mónica Alejandra “N”, la madre del menor, exigió justicia y aunque está consciente de que nada hará que su hijo regrese, le indigna que no le digan la verdad y por eso pide que si hay un responsable que pague conforme a la ley.
La escuela ubicada sobre la Avenida de Las Torres número 63 frente a la unidad habitacional de Amalucan, quedó con los sellos de clausura y la familia adelantó que ya cuenta con asesoría legal, inicialmente para el proceso de la recuperación del cuerpo del menor y luego para conocer sobre las investigaciones ministeriales que se lleven a cabo.
LA MADRE NARRA LA FATAL NOTICIA
Mónica Alejandra narró que ayer tenía que hacerse dos estudios en la Clínica 55; los primeros a las 7 de la mañana; a los que acudió y después regresó a su casa para ver a sus hijos. Como tenía que regresar a las 9 al nosocomio, le dijo a Diego Luis que mejor ya no fuera a la escuela, pero él insistió que sí quería ir.
La mujer pasó a la clínica y preguntó quién era la última persona en pasar para calcular el tiempo y se fue a dejar a su hijo al CAIC, donde ingresó a las 09:10 horas.
“Me dijo adiós mamá, te amo”, yo le contesté igual y me regresé a la clínica y después a mi casa, donde mi suegra me dijo que acababan de llamar de la escuela para decir que el niño se había desmayado, por lo que corrí para la clínica y al llegar, mi hijo ya estaba tieso, por eso pienso que murió en la escuela, voy para allá y la maestra me asegura que lo llevaron vivo...”, relató Mónica Alejandra.
Con la voz entrecortada, la mujer agregó: “quiero justicia, la maestra todavía se puso agresiva, le pegó a mi hermano Adrián y su esposo de la directora Fabiola, que se identificó como su abogado, nos gritó que nos largáramos, porque no teníamos nada que hacer ahí…; como no vamos a estar si ahí murió mi hijo y queríamos una explicación, pero nadie quiso hablar más…”.
Respecto a cómo ocurrieron los hechos, la madre del menor dijo que no tiene la certeza de lo que ocurrió: “la maestra Verónica (responsable del grupo) me sostuvo que estaba escribiendo y que mi hijo se desvaneció, que escuchó un golpe y vio al niño tirado, por lo que decidieron llevarlo a la clínica, pero otros niños me aseguraron que Diego Luis se subió a una silla y se cayó, la maestra los cayó y pidió que no dijeran mentiras para volver a sostener su dicho…”.
La mujer rompió en llanto y puntualizó: “ya le lloré a mi hijo lo que tenía que llorarle, él se va a ir al cielo, pero quiero que me ayuden a que se investigue qué pasó y si hay responsables, que paguen, que no nos mientan, sí acá se cayó, tenían que llamar una ambulancia y auxiliarlo; que no nos mientan y ya digan la verdad, pues ya solamente quiero que se aclare qué pasó y que se haga justicia”.
Verónica es ama de casa, mientras que su esposo trabaja en una empresa de auto partes. La mujer se queda con otro menor de 3 años que sufre de epilepsia.
Según familiares, a Diego Luis le costaba captar las cosas, por lo que su maestra le ponía orejas de burro, pero su madre le decía que se apurara a trabajar para que no lo regañara la profesora, a la que, dijeron, ya le tenía miedo.
El abuelo materno refirió que estaba haciendo un trabajo en el segundo piso de su casa y su nieto le gritó que ya se iba a la escuela, pero por lo ocupado ya no bajó a despedirse de beso como siempre lo hacía, sin imaginar que era su última despedida.