El Hospital General de Tijuana, sostiene mediante los directores, que el bebé de la paciente de 16 años de edad, ya no presentaba signos vitales, a su llegada al nosocomio, por lo que se procedió conforme a los protocolos de atención en dichos casos.
El director del nosocomio, Dr. Clemente Zúñiga Gil, negó categóricamente que, la muerte y posterior decapitación de un bebé de 37 semanas de gestación, fuera causado por mal servicio de los médicos que atendieron a la paciente.
La doctora explicó que la decapitación del cuerpo del bebé es consecuencia del grado de maceración del mismo, sin embargo, aceptó que no es una situación normal, el desprendimiento de alguna parte del cuerpo del bebé.
Cuestionada sobre porque no se le había realizado una cesárea desde el momento en que se supo que el bebé ya no presentaba frecuencia cardíaca, la doctora, indicó que debido a que la paciente presentaba trabajo de parto, se continuó supervisión para su evolución a un parto normal.