A más de 24 horas de que el Fiscal General del Estado, Xavier Olea Peláez anunciará que se comprarán nuevas cámaras de enfriamiento para los Servicios Médicos Forense de Acapulco, Chilpancingo e Iguala, los cuales se encuentran saturados de cadáveres por la ola de violencia que impera en la entidad, hasta el momento se desconoce el monto de la inversión realizada y cuando serán colocadas para su funcionamiento.
Luego de que trabajadores de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Guerrero, llevaran a cabo un paro de labores en la capital el pasado día martes, por la tarde Olea Peláez indicó que se reunió con ellos y se tuvieron acuerdos satisfactorios para ambas partes, por lo que el día de ayer se tuvo una jornada laboral normal.
Ante las quejas de los trabajadores del organismo por los olores fuertes de los 600 cadáveres que se localizan en el Semefo, el funcionario externo que, “personalmente se recibieron y se llegaron acuerdos satisfactorios para ambas partes, pero lamentablemente eso por el momento no va a terminar, por lo que se ordenó la compra de nuevos frigoríficos mismos que ya se compraron y se tiene que instalar y van a seguir los olores fétidos tomando en consideración de que cuando la Fiscalía necesite un cuerpo o varios pues se tienen que abrir las cámaras y de ahí se desprenden los olores”.
Agrego que, con la nueva compra de un frigorífico bastante amplio y grande pues se hará el trasladado de los cadáveres, además de que los frigoríficos van hacer para Acapulco, Chilpancingo e Iguala, advirtiendo que evidentemente cuando se comiencen a cambiar los cuerpos a los nuevos para darle mantenimiento a los viejo abra olores fétidos; circunstancia que les fue manifestada a los compañeros de la fiscalía.
Aseguró, que estos olores no solo los sufre el personal de la Fiscalía, sino también él como fiscal general debido a que son muy fuertes y el día martes que fue el paro de labores se encontraban los peritos argentinos realizando unos análisis y sacaron cinco o seis cadáveres y en ese momento se desprendieron los gases muy fuertes.
Puntualizó que, en tono de broma les comentó a los trabajadores de la FGE, que “cuando se cambien los cadáveres a los frigoríficos nuevos se va oler hasta la roqueta, pero de Chilpancingo hasta allá y de Acapulco hasta Huatulco”, por lo que les pidió tolerancia a sus compañeros trabajadores y estos estuvieron de acuerdo.