Guerrero.- Desde el domingo, más de mil 600 personas, entre ellas cerca de 400 niños, siguen refugiadas en el auditorio municipal de Chichihualco, cabecera del municipio de Leonardo Bravo, 35 kilómetros al noroeste de Chilpancingo, tras una huída obligada de sus hogares en la comunidad de Filo de Caballos, tomada por civiles armados que aseguran ser policías comunitarios.
La situación de violencia en la región Centro de Guerrero ha provocado también que más de 450 escuelas se mantengan cerradas debido a que los profesores se niegan a dar clases, además de que los alumnos no quieren asistir a los planteles por temor a ser víctimas de las personas armadas que ese día balearon varias casas y asesinaron a por lo menos dos personas.
Al respecto, el gobernador Héctor Astudillo Flores informó que se reforzó la atención a los desplazados, tanto en alimentos y consultas médicas como con ropa y colchonetas, para que puedan dormir ahí mientras la situación vuelve a la normalidad y pueden regresar a sus hogares.
“Todos ellos tienen atención, el día de hoy se refuerza la atención, no solamente de alimentos, también médica, a efecto de que puedan estar en la espera que las cosas vuelvan a la normalidad. No es el único caso en Guerrero, ni tampoco un caso único en el país”, acotó.
En torno a las escuelas, el secretario de Educación, José Luis González de la Vega Otero, señaló que debido a los hechos violentos no arriesgarán la integridad de los maestros.
SIGUEN FUERA DE ZITLALA
Mientras tanto, otras 70 personas que se desplazaron del municipio de Zitlala, al norte de la capital estatal, continúan siendo atendidas en un albergue del cual no se ha dado a conocer ubicación, resguardado por elementos de la Policía Estatal, toda vez que los pobladores recibieron amenazas de grupos armados y abandonaron sus hogares también por miedo a ser victimizados.
El secretario general de Gobierno, Florencio Salazar Adame, declaró recientemente que estas personas cuentan con atención médica y alimentos. Aclaró que no revelarán su ubicación para evitar que sean molestados por quienes los empujaron a salir de su comunidad hace 15 días.
Durante 2017, según cifras de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos, hasta 11 mil 200 personas fueron desplazadas por la fuerza de sus lugares de residencia debido a eventos relacionados con grupos armados organizados.
Para ambos grupos de desplazados, personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos ha acudido a los albergues para constatar las condiciones en las que se encuentran, y han ofrecido su apoyo y seguimiento para ayudarlos en todo lo posible en las próximas semanas.