Un grupo de 34 migrantes de El Salvador, Guatemala y Honduras fueron rescatados este miércoles por militares en Altamira, en el estado de Tamaulipas, informaron las autoridades locales.
En total, 8 guatemaltecos, 25 hondureños y un salvadoreño fueron hallados en una casa de esa localidad durante el operativo, que no dejó detenidos porque los vigilantes huyeron al darse cuenta de la presencia de los militares, explicaron.
"No hubo detenidos ya que las personas que tenían en vigilancia a los migrantes huyeron al percatarse de la presencia del personal militar", señaló en un comunicado el Grupo de Coordinación Estatal para la Construcción de la paz de Tamaulipas.
Confirmó que el grupo de migrantes rescatados está formado por 19 adultos y 15 menores de edad y que durante el operativo se decomisaron cuatro vehículos, tres armas largas y una cifra por determinar de cargadores y cartuchos.
Los 19 del autobús
El rescate se anunció el mismo día que las autoridades mexicanas pusieron en marcha un operativo para localizar a 19 personas que están desaparecidas desde el pasado 7 de marzo, tras ser bajadas de un autobús interurbano.
El autobús cubría la ruta de Tampico a Reynosa con 42 pasajeros y mientras se encontraba en su recorrido fue detenido por hombres armados que circulaban en al menos cuatro vehículos, que se llevaron a los 19 migrantes.
La Secretaría de Gobernación dijo sobre "la presunta desaparición cometida por particulares" de al menos 19 personas que la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas "determinó y ejecutó acciones de búsqueda con la finalidad de dar con el paradero de estas personas".
El secretario federal de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, informó este martes que se contempla la teoría de que los 19 desaparecidos "hubiesen estado en ruta hacia Estados Unidos en un eventual acuerdo con tratantes de personas".
Otra posible hipótesis es que "hubiese habido algún acto de alguna organización criminal que pudiera desembocar en un secuestro", añadió.
En la zona donde ocurrió la desaparición tuvo lugar la muerte de 72 migrantes centroamericanos en el municipio de San Fernando, una matanza atribuida el cártel de los Zetas, en 2010.