CHIHUAHUA. Municipios de Chihuahua y Tamaulipas siguen sin agua a consecuencia de los apagones suscitados por la tormenta invernal. Y en la desesperación, habitantes de Nuevo Laredo la toman de arroyos de aguas residuales.
Óscar Ibáñez, titular de la Junta Central de Agua y Saneamiento en Chihuahua, informó que la noche del martes se registraron nuevamente algunas bajas en el suministro de energía en varias partes del estado.
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El funcionario comentó que el servicio eléctrico se restableció en la madrugada de ayer y las Juntas Municipales de Agua y Saneamiento (JMAS) empezaron a trabajar. Sin embargo, los municipios de Guadalupe Distrito Bravos, Práxedis G. Guerrero y Madera continuaban sin agua potable al no contar con el suficiente suministro de energía.
En la zona de Jiménez se trabajaba con 93 por ciento de suministro de agua debido a que se quemó el pozo número 12 por la variación de voltaje, mientras que en Hidalgo del Parral se registró 70 por ciento porque no se había podido reparar el pozo de El Grado.
En Tamaulipas, todo un caos se vivió en el municipio fronterizo de Nuevo Laredo, ya que los apagones derivaron en la falta de servicio de agua potable en los últimos tres días.
La situación llevó a muchos pobladores a tomar medidas desesperadas. En Villas de San Miguel, los vecinos recurrieron a llenar sus cubetas y botes con agua del arroyo que cruza por la colonia, a pesar de que es residual.
“Tenemos que abastecernos de agua de alguna manera porque por ahora no hay forma más que esta. Por lo menos para el baño; tenemos que ir a trabajar, pero a las empresas no les importa si hay o no agua”, comentó una pareja de esposos que llegó en auto con sus cubetas.
Aunque poco a poco se ha ido restableciendo el servicio tras el megaapagón del lunes, aún había zonas que permanecían sin energía y eso afectó las plantas de rebombeo de agua.
“No hay agua para bañarse, lavar ropa o trastes. Venimos a juntar agua para el baño. Para tomar nos prevenimos con cinco garrafones con agua”, reveló Ofelia Guzmán, vecina de Villas de San Miguel.
El agua embotellada fue uno de los artículos más preciados en esta zona fronteriza ya que, ante la falta del líquido, emplearon este producto para diversas necesidades del hogar, pero ésta ha comenzado a escasear.
Los kioscos o despachadores automáticos de agua están saturados, como los localizados en bulevar San Miguel y San Armando, donde decenas esperaban turno con garrafones en mano. En calle Francisco Murguía un camión repartidor se averió por lo que los pobladores llegaron para comprar los galones, garrafones y botellas que trasladaba el operador.
A partir del mediodía de ayer, el servicio por parte de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Nuevo Laredo comenzó a restablecerse en algunas colonias, pero con baja presión. Con información de Antonio Sosa | El Sol de Tampico