CUAUTLA. La creciente ola de inseguridad y violencia que azota a municipios de la región oriente del estado de Morelos ha provocado el cierre de decenas de establecimientos comerciales. Empresarios han denunciado ser víctimas de extorsión a través del cobro de piso.
En lo que va de 2023, más de una veintena de establecimientos en Cuautla, entre restaurantes, bares y negocios de otro tipo, han tenido que bajar sus cortinas tras ser víctimas de la violencia.
De acuerdo con el último censo económico del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) realizado en 2019, en Morelos hay 96 mil 462 unidades económicas, y aunque para el segundo trimestre de 2022 las actividades terciarias registraron un crecimiento anual de 2.4 por ciento, para este 2023 el número de negocios ha disminuido por el cierre de los mismos, siendo las principales causas la crisis económica, la violencia y la inseguridad que se vive en el estado.
En los últimos meses, los negocios han sido blanco de ataques armados, en algunos casos han sido directos y en otros para quitarle la vida a personas en su interior.
Recientemente, los centros de abasto también han sido atacados.
El cobro de piso, las extorsiones y hasta los préstamos gota a gota han hecho que negocios bajen sus cortinas
Miguel Leana Vélez, representante de comerciantes del Centro Histórico de Cuautla, informó que de aproximadamente 14 mil establecimientos comerciales que hay en Cuautla, entre 10 y 15 por ciento (alrededor de dos mil negocios) han cerrado de manera definitiva en el último año, derivado principalmente de la inseguridad y cobro de piso.
“Son situaciones que mantienen a los comerciantes en la expectativa. El cobro de piso, las extorsiones y hasta los préstamos gota a gota han hecho que negocios bajen sus cortinas, ya que no les alcanza para cubrir todos los gastos”.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turismo (Canaco Servytur) de la región, Juan Díaz Olvera, reconoció que la política implementada por parte de las autoridades no está enfrentando a la delincuencia; lo que está provocando en el país, en el estado y en el municipio es un clima de desconcierto, obteniendo como resultados el cierre de negocios, lo que vendrá a pegar a la economía, ya que también el turismo buscará otras alternativas para visitar y dejará de llegar al municipio.
La Central de Abasto de Cuautla también ha sido víctima de la delincuencia.
Los comerciantes señalan que esta situación se originó después del secuestro del presidente de este desarrollo comercial, el pasado 26 de noviembre, pues puso de manifiesto el recrudecimiento de la ola delictiva en el municipio.
Es necesario de que loscomerciantes y empresariosdenuncien estos hechos
No obstante, recientemente se denunció por parte de empresarios, no sólo de la Central de Abasto, sino de las plazas aledañas, el estar siendo víctimas de cobro de piso, por lo que se ha exigido a las autoridades garantía de seguridad, tanto para los consumidores como para los comerciantes.
El llamado a denunciar
La autoridad municipal, a través del alcalde Rodrigo Arredondo, informó que con apoyo del gobierno estatal, a través de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), y en conjunto con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional (GN), se ha reforzado la seguridad en cinco plazas comerciales, incluyendo la Central de Abasto, ubicadas al norte de la ciudad, luego de que se denunciara que los comerciantes están siendo víctimas de extorsión.
Señaló que lo anterior se acordó en la mesa Estatal-Regional Cuautla para la Construcción de la Paz, donde se determinó unir esfuerzos y trabajar coordinadamente para realizar estrategias e implementarlas para mantener la paz y la tranquilidad; sin embargo, el edil cuautlense señaló que mientras no haya una denuncia formal, la autoridad no puede actuar; “es necesario de que los comerciantes y empresarios denuncien estos hechos, que permitan a las autoridades estatales investigar y dar con los responsables”.
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Al respecto, Juan Díaz reconoció que comerciantes y empresarios deciden no denunciar hechos delictivos por miedo.
Esta situación pone de manifiesto que se vive una crisis en el estado.