Autoridades de la Fiscalía de Quintana Roo encontraron cuatro cuerpos en estado de putrefacción y dos osamentas humanas sobre la carretera Tulm-Boca Paila de la zona costera a la altura del kilómetro 8.5.
De acuerdo con la primera información, los cuerpos corresponden a cuatro hombres que fueron “levantados” y privados de su libertad el pasado 5 de agosto por un comando armado en el Alquimia Hotel Boutique, ubicado en el kilómetro 7.5 de la zona hotelera de Tulum.
La Fiscalía General de Quintana Roo dio a conocer que en su momento se presentaron las denuncias por las desapariciones de José Luis Olmedo Ramos, de 40 años; Dennise Miguel Ortiz Ocampo, de 30 años de edad, y Luis Miguel May Náuath, de 32 años.
Posteriormente trascendió que tres sujetos fueron detenidos derivado de la información se obtuvo de las video-grabaciones encontradas en el hotel y otros negocios.
Autoridades judiciales confirmaron que los propios sicarios detenidos confesaron dónde dejaron los cuerpos, los cuales fueron hallados en el lugar antes mencionado, con “el tiro de gracia” en la cabeza y en avanzado estado de descomposición.
La Fiscalía de Quintana Roo dio a conocer que las osamentas corresponderían a Elena Victoria Caamal Montuy y Ricardo de la Rosa Hernández, desaparecidos desde el pasado 13 de julio y cuyo taxi en el que viajaban con número 713 del sindicato Tiburones del Caribe fue encontrado incendiando a la altura del kilómetro 223 de la carretera federal Tulum-Felipe Carrillo Puerto el mismo día de su extravío.
En total se han encontrado a seis personas reportadas como desaparecidas en el municipio de Tulum.
Desde hace meses Quintana Roo enfrenta una fuerte ola de violencia –atribuida por autoridades a la lucha entre organizaciones criminales por el control del territorio– que no ha podido ser frenada por fuerzas de los tres ordenes de gobierno.
Tras las primeras semanas de violencia, el gobierno federal determinó crear un batallón especial de la Guardia Nacional destinado a contener el avance de estos grupos criminales en la zona del caribe mexicano, pero hasta el momento no ha podido frenar sus actividades, que incluso llegan a ejecuciones al interior de reconocidas cadenas de hoteles en estos destinos turísticos.