TAPACHULA. Alrededor de tres mil escuelas de al menos siete municipios de la región serrana de Chiapas cumplieron un mes cerradas por la inseguridad, lo que afecta a unos 250 mil alumnos.
La violencia en la Sierra de Chiapas por la disputa de cárteles de la delincuencia organizada se recrudeció, y los maestros y padres de familia no saben cuándo abrirán los colegios y cómo repondrán los alumnos sus clases.
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El integrante de la Sección 7 del Sindicato y Coordinadora Nacional de Trabajadores del Estado (SNTE-CNTE), Ervin Herrera Estudillo, indicó que los cinco mil maestros no pueden retomar sus actividades en las aulas, ya que a pesar de la entrada del Ejército mexicano y de policías estatales y municipales, persiste el clima de inseguridad en los municipios de Motozintla, El Porvenir, Siltepec, Mazapa de Madero, La Grandeza, Siltepec, Bejucal de Ocampo, entre otros.
El representante de los maestros dijo que hay preocupación por parte del magisterio porque prácticamente la comunidad estudiantil no ha tenido clases en lo que va del ciclo escolar 2023-2024 debido a la ola de violencia que golpea a la zona serrana.
Herrera Estudillo comentó que algunos de los maestros envían tareas vía Whats-App y otros imparten clases en línea; sin embargo, aclaró esto sólo se da en escuelas de algunas cabeceras municipales en donde hay señal de telefonía e Internet, pero que era difícil porque la mayoría de los colegios está enclavada en la montaña.
“Las clases siguen suspendidas por la falta de condiciones que persisten en la zona Sierra; estamos conscientes que hay una afectación en la educación de los niños; aún vamos a analizar con las autoridades cómo se hará para recuperar las clases perdidas”, abundó el representante de la Sección 7 del SNTE-CNTE.
Por su parte, un padre de familia y habitante del municipio de El Porvenir, quien por seguridad pidió la protección de su identidad, afirmó que en los caminos de la zona Sierra aún persistía la circulación de camionetas con civiles armados.
Detalló que las actividades en la zona están semiparalizadas, ya que las personas sólo salen en determinados horarios, principalmente por temas prioritarios, debido al clima de inseguridad que persistía pese a la presencia de las fuerzas de seguridad federales y estatales.
El entrevistado también indicó que el transporte público trabajaba con restricciones de horarios y que la mayoría de los comercios aún permanecen cerrados, por lo que esperan que pronto el escenario pueda mejorar y que la tranquilidad vuelva para las familias serranas.
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Los enfrentamientos entre bandas delictivas se recrudecieron en los últimos meses con quemas de vehículos, bloqueos de tramos carreteros, desapariciones y ejecuciones que provocaron la parálisis de la vida social y económica, lo que originó temor entre la población y que muchas familias se desplazaran a otros lugares.
A pesar de la presencia del Ejército y de la Guardia Nacional, los hechos violentos siguen, lo que también obligó a suspender los trabajos de seis mil productores del programa Sembrando Vida.