BELLA VISTA, Chiapas. Comerciantes y familias de los municipios de Bella Vista, Frontera Comalapa, Villaflores, Chicomuselo y Motozintla buscan resguardo en Guatemala ante la ola de violencia que vive la región; incluso, algunos contemplan pedir asilo de manera formal.
Una mujer del municipio de Bella Vista, cuyo nombre solicitó omitir por seguridad, menciona que los recientes conflictos armados en los municipios de la Sierra Madre Chiapaneca ocasionan precariedad, escasez de alimentos y falta de servicios, por lo que, junto con su esposo e hijos, busca solicitar asilo en Guatemala.
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El Sol de México publicó la semana pasada que Guatemala desplegó un operativo militar con más de dos mil elementos militares, incluyendo fuerzas especiales, para blindar la frontera con México ante el temor de incursiones de grupos del crimen organizado a su territorio.
"Yo tengo cuatro hijos y mi esposo, somos seis personas; también somos siete hermanos que estamos acá, cada uno con sus familias, unas cuatro o cinco personas en cada familia. Yo de mi parte quiero proteger a mis hijos", indicó en entrevista con El Heraldo de Chiapas.
Sus padres son originarios de Guatemala y su familia huyó hacia México durante los conflictos que enfrentó ese país en 1981, cuando se instauró un gobierno militar y surgieron grupos contrainsurgentes.
"Nos establecimos aquí, hicimos una vida, tenemos una vida hecha. En este año empezamos a sufrir por los conflictos armados de los grupos de la delincuencia que están en disputa por la plaza de Frontera Comalapa", abundó.
La mujer dijo que se reuniría con sus siete hermanos, pero indicó que sea cual sea la decisión que tomen, está decidida a proteger la vida de sus hijos, por lo que ya busca solicitar asilo al gobierno de Guatemala, país donde piensa establecerse.
“En Bella Vista, Chiapas no nos sentimos seguros”, dijo.
Tiene miedo, como muchos, a que su esposo e hijos sean reclutados por los grupos criminales para participar en sus actividades.
"Tenemos miedo que nos obliguen a meternos al servicio de estos grupos conflictivos, delictivos", dijo la mujer, quien solicita el apoyo de alguna persona que la pueda orientar para realizar el proceso ante el gobierno guatemalteco.
Entre su familia y las de sus siete hermanos suman de 40 a 45 personas que podrían pedir asilo al país vecino.
Autoridades de ambos países no se han pronunciado al respecto y el hermetismo permea en las administraciones de los municipios de la Sierra Madre de Chiapas, donde desde hace meses se han registrado bloqueos, quemas de casas, escuelas, enfrentamientos entre civiles armados y la presencia de grupos criminales.
La disputa territorial por parte de dos grupos del crimen organizado en la Sierra de Chiapas ha provocado que familias enteras cierren sus negocios y pongan en venta sus casas a precio de remate a través de redes sociales, con el único fin de escapar de la zona de conflicto.
En páginas web ofertan sus propiedades a precios por debajo de lo que realmente valen. Desde terrenos y casas de una sola pieza, hasta construcciones de dos pisos con todos los servicios.
La llamada “Ruta del Narco de Chiapas” comenzó a tener conflictos desde mediados de 2021 con enfrentamientos en los límites entre Frontera Comalapa y La Trinitaria. Ese mismo año se registró la desaparición de dos jóvenes, uno de 17 años y otro de 13, originarios de Comitán; ambos viajaron a Frontera Comalapa para comprar una moto, sin embargo, ya no regresaron.
En abril de 2022, el Consejo Distrital Electoral 08 del Instituto Nacional Electoral (INE), con sede en Comitán de Domínguez, informó que no se instalarían las 89 casillas programadas para la jornada electoral local extraordinaria e miembros del ayuntamiento —el domingo 3 de abril— en el municipio de Frontera Comalapa, debido a los disturbios registrados en esa zona por parte del crimen organizado.
En mayo de este año se registraron bloqueos en las comunidades de Tres Maravillas, en el tramo de Nuevo México a Jocote; Tapitzala, en Amatenango de la Frontera; y de Motozintla a Comitán.
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A las afueras de Mazapa de Madero, en la carretera que comunica con Amatenango de la Frontera, dos taxis fueron quemados; además reportaron la presencia de grupos armados en la zona fronteriza, dejando a decenas de familias desplazadas en Frontera Comalapa.
En septiembre se volvió a recrudecer la violencia con la entrada de un nuevo cártel. Transportistas fueron obligados a bloquear distintos puntos en carreteras de la Sierra, de Motozintla a La Trinitaria, provocando desabasto de combustibles y alimentos en la región, hasta que un convoy con personas armadas entró a Frontera Comalapa y liberó la zona. Al día siguiente las autoridades federales mexicanas desplegaron 800 efectivos para patrullar la región.