Durante 2021, Guanajuato registró 25 incendios forestales, los cuales consumieron más de tres mil 885 hectáreas de zonas arboladas y boscosas en la entidad, lo cual lo convierte en uno de los años con más afectación en la última década; en 2011 hubo 19 incendios y éstos acabaron con cuatro mil 200 hectáreas.
La Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial informó que la Brigada de Incendios participó en el control de 21 de éstos, a pesar de que estrictamente no es una labor que le compete, sino a la Comisión Nacional Forestal.
Sin embargo, a decir de Osvaldo Zárate Ramírez, investigador del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y autor del estudio “Recortes a Conafor, la crisis forestal y ambiental que se viene”, 2021 fue el claro ejemplo de que los recortes realizados hacia la Comisión Nacional Forestal fueron un grave error, pues México era uno de los países con un excelente control de incendios en bosques y zonas serranas, al grado de que incluso prestaba a su personal a otros países para controlar fuegos.
“Hoy sólo pudieron recabar estadísticas para mostrar que 2021 fue un año complejo por la pérdida de miles de hectáreas de biodiversidad”, apuntó Zárate.
“El país arrastraba dos años de sequía y era una obviedad que los incendios se dispararían, pero lo que el Gobierno Federal hizo fue recortar los recursos y fondos para desastres naturales, disminuir el presupuesto a la Conafor y la redujo a una dependencia que sólo toma nota de los incendios registrados, que ocasionalmente regalará árboles en campañas", fustigó el academico.
"El caso de Guanajuato fue ejemplar, pues el estado no había tenido una pérdida de territorio forestal de esas magnitudes desde 2011, cuando 19 incendios acabaron con cuatro mil 200 hectáreas, pero que pudieron controlarse; en 2021 lo que sucedió fue que esperaron a que los incendios se acabaran y tuvimos una de las peores pérdidas”, dijo el investigador de la UNAM.
Jerécuaro fue el municipio con más afectación por incendios registrados durante 2021, con mil 441 hectáreas fueron siniestradas, pues el fuego afectó dos frentes, la zona del ejido de Purugua y el Cerro de los Agustinos, esto en colindancia con Acámbaro.
Otros incendios de gran magnitud que se registraron fueron en el Cerro del Cubilete, en Sangre de Cristo, San José Iturbide y Tarimoro.
Brigada con sólo 15 integrantes controló la mayoría de incendios
De acuerdo con el reporte de la SMAOT, la brigada contra incendios cuenta con 15 combatientes que tienen su equipo de protección, de seguridad y están capacitados en el control de incendios. Su campamento y torre de avistamientos la tienen en el Cerro de los Desmontes, en el ejido de Zapote de Cestau, en Pénjamo, en la parte más alta de la zona serrana que hay en ese municipio.
La brigada participó en 21 de los 25 incendios que hubo en el estado y aunque tuvieron coordinación con la Comisión Estatal Forestal, ellos junto con elementos de Protección Civil del Estado y de la Secretaría de la Defensa Nacional fueron quienes realizaron la mayor parte del trabajo de control.
El reporte indica que entre las acciones de contención fue el trazado de 25 kilómetros de brechas cortafuegos en lugares de alta vulnerabilidad para siniestros, actividades de quema controlada y apertura de líneas negras para disminuir la cantidad de combustible en zonas arboladas.
No hay dinero para recuperar zonas afectadas
El investigador Osvaldo Zárate Ramírez dijo que lo más grave no es la pérdida del terreno afectado por los incendios, sino que tampoco hay recursos para mitigar los estragos, pues también se recortaron los recursos durante 2021 y no fue etiquetado un solo peso para 2022.
“Se requiere de un plan especial de reforestación y lo único que el país está haciendo es reforestar con árboles frutales con el programa ‘Sembrando vida’, muchos que no van a lograrse, porque no todos los suelos pueden recibir a esas especies, entonces no vamos a reforestar con naranjos en donde había encinos, entonces tampoco hay dinero para reforestar y son hectáreas perdidas, hectáreas que si se les tiene abandonadas, como hasta ahora, tardarán años en poder producir porque requieren de tratamiento de la tierra, luego de haber sido afectadas por el fuego; se les advirtió todo eso antes de que procedieran a hacer recortes a la Conafor y no escucharon y ahí están las consecuencias”.
Incendios por actividad humana
El reporte que la SMAOT dio a conocer durante el miércoles indica que de acuerdo con el promedio de los últimos años, casi la mitad de los incendios se producen por actividades agropecuarias mal realizadas, por acciones para la urbanización de terrenos, por acciones intencionadas y descuidos de personas que no apagan bien sus cigarros o fogatas.
Además, durante las temporadas de sequía aumenta el riesgo de incendios debido a diversos factores, entre los que se encuentra la acumulación de combustible orgánico seco; en Guanajuato durante 2021, en la época de sequía, que abarcó desde enero hasta principios de mayo, fue en donde se dio la mayor cantidad de casos.
Aunado a ello, se calcula que las actividades humanas ocasionan 99% de los incendios y sólo el resto tiene como causas fenómenos naturales, como descargas eléctricas y la erupción de volcanes, cosa que en el estado no es algo que suceda.