CANCÚN.- Una trágica Navidad vivió una familia de Cancún, debido a que un menor de 12 años que jugaba con fuegos artificiales, murió a causa de que éstos estallaron en su rostro.
La fuerza de los cohetones le rompieron la mandíbula, le destrozó un ojo y le provocó quemaduras de tercer grado en la cara y cuello.
De acuerdo con un reporte policiaco, en los primeros minutos de este lunes, en la euforia de la celebración de la Noche Buena, en la Calle 24 de la Región 95, entre las calles 105 y 107, un niño de 12 años, identificado con las iniciales J. D. G. G., resultó herido por la explosión de un cohete que estaban siendo lanzados por unos vecinos con los que se encontraba el menor.
Alertada por su otro hijo, la madre se percató del accidente hasta que éste cayó al suelo y estaba sangrando y con la cara desfigurada.
De inmediato llamaron a una ambulancia, pero al ingresar al hospital, el diagnóstico no fue alentador, ya que el menor presentaba fractura expuesta de la nariz, pómulo derecho y mandíbula, pérdida del globo ocular derecho, quemaduras de tercer grado en cara y cuello, con presencia de masa encefálica en la frente.
Pese a los esfuerzos médicos, el menor, de tez morena y 1.40 metros de estatura, falleció a las 3:45 horas, según consta en el parte policiaco.
Por ello, autoridades municipales en Benito Juárez implementaron operativo de vigilancia para que no se vendan fuegos artificiales explosivos esta temporada.
Desde ayer, policías municipales decomisaron productos de pirotecnia ofrecidos por diversos comerciantes ambulantes, en reacción a la tragedia.