Luego del hallazgo del cadáver de un bébe en un basurero dentro del Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel, en Puebla, la Asociación Civil Reinserta ha solicitado la colaboración ciudadana para firmar una petición de justicia para este menor, a fin de que las autoridades de Puebla y de las demás entidades implementen los protocolos necesarios para proteger la vida, el bienestar y la integridad de miles de niñas y niños que viven o visitan los reclusorios.
A través de una campaña lanzada en la plataforma Change.org, la asociación realiza esta reunión de firmas dirigida a Alfredo Vargas Quintanilla, subsecretario de Centros Penitenciarios, así como al gobernador del estado, Miguel Barbosa Huerta, y al director del Cereso de San Miguel, Jorge Gómez Torres, con el objetivo de no dar paso a la impunidad.
“Este bebé merece justicia para sentar un precedente en las cárceles de nuestro país. No podemos contar con autoridades penitenciarias negligentes, incapaces y corruptas en el ámbito carcelario de México. La sociedad esta sedienta de justicia y de paz”, se lee como parte del escrito.
Y es que, de acuerdo a Reinserta, más de medio millón de niñas y niños están en contacto con las cárceles: nacen, viven, entran y salen de los reclusorios de nuestro país, lugares que deberían ser espacios para la construcción de un México más seguro y de oportunidades; no obstante, la realidad es muy distinta a lo que se anhela.
“A los perros muertos, después de las peleas los sacan en bolsas de basura, afuera del penal. Esta vez lo que se encontró en los botes de basura fue el cuerpo de un bebé de tres meses”, denunció Saskia Niño de Rivera, presidenta de la Asociación Civil Reinserta, sobre el crimen cometido en contra del menor en Puebla.
Por tal motivo, bajo el hashtag Justicia Bebe, Reinserta pide la colaboración por medio de esta campaña, a fin de conseguir siete mil 500 firmas y pedir a las autoridades poblanas que se investigue el caso, de las cuales hasta el momento llevan casi seis mil.
El bebé fue encontrado en basura del penal
Este viernes, El Sol de Puebla informó que la mañana del lunes pasado, un interno se encontraba manipulando el material de PET en los contenedores de basura del Penal de San Miguel, cuando se llevó la terrible sorpresa al ver lo que aparentaba ser el pequeño cuerpo de un bebé.
Inmediatamente dio aviso al personal de custodia y a lo superiores, quienes luego de hacer una inspección, confirmaron que se trataba del cuerpo de un menor de escasos meses de nacido.
Por su parte, la Fiscalía de manera oficial informó que se trata de un menor, varón, de 3 meses de nacido, el cual presentaba indicios de que recientemente le habían practicado una cirugía y tenía huellas de saturación en el abdomen.
Asimismo, se encontraron indicios importantes para determinar que el menor murió en el exterior del penal de San Miguel (dejando la posibilidad de un hospital, una clínica particular o hasta un lugar clandestino), pero de mientras, las indagatorias siguen.
CNDH atrae investigación
Este 14 de enero, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) determinó ejercer su facultad de atracción, por lo que abrió el expediente de queja con número 240309 para la investigación de los hechos.
A través de un comunicado, informó que solicitó medidas cautelares al subsecretario de Centros Penitenciarios del estado de Puebla y a la Unidad Especializada de la Fiscalía General de la entidad, con la finalidad de que colaboren con la investigación para esclarecer los hechos, además de que dará seguimiento a las investigaciones que se realicen desde la FGE.
Respecto al Cereso de San Miguel, la CNDH alertó que, durante las visitas de supervisión penitenciaria, ha representado importantes irregularidades en el rubro de gobernabilidad, respecto a las deficiencias en el ejercicio de funciones de autoridad por parte de personas privadas de la libertad (autogobierno/cogobierno); insuficiencia de personal de seguridad y custodia, entre otras.
(Con información de Joel Arcega y Victoria Ventura)