Monterrey.- Cuando El Bronco cerró el portón del Penal del Topo Chico, oficialmente terminaron 76 años de horror, crimen, rebeliones, autogobierno y los sucesos más oscuros de una penitenciaria y estableció la promesa de que estos hechos no se repetirán nunca más en el resto de los penales de Nuevo León.
Se informó también en la ceremonia oficial de cierre que las instalaciones serán abiertas al público en general para que las visite.
Mientras arranca el proyecto para construir un parque los ciudadanos podrán visitar de forma temporal las instalaciones del lugar con recorridos gratuitos a través de la Secretaría de Turismo.
El siguiente año, deberá de estar funcionando y mientras tanto se abrirán un mes y medio las puertas para las visitas de ciudadanos, reiteró Jaime Rodríguez Calderón.
El Gobernador Rodríguez realizó la clausura del recinto que se convertirá en un parque y en el Archivo General del Estado y cuya regeneración del espacio tendrá una inversión inicial de 50 millones de pesos, los que provendrán de un superávit del Parque Fundidora.
"El autogobierno no va a regresar, porque tomamos la decisión de no más extorsiones a los presos y a sus familias, que han perdido parte de su patrimonio, además de su tranquilidad", comentó.
Por su parte, el asesor penitenciario, Eduardo Guerrero reforzó la declaración del gobernador del Estado y asegura que el autogobierno de Topo Chico no se replicará en el Cereso de Apodaca porque se regirá bajo normas distintas que impedirán que se formen grupos de reos que tomen el control del recinto.
Topo Chico, uno de los pasajes más oscuros en la historia de los penales en México, cierra sus puertas. / Foto Jesús Téllez
Después de 76 años de historia de este emblemático ícono de problemas para Nuevo León, se convertirá en un parque y centro cultural.
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Sólo queda como uno de los pasajes más oscuros, sangrientos e ingobernables en la historia de los centros penitenciarios del país.
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En este penal se registraron las masacres y motines más sangrientos, fugas, asesinatos de directivos, internamiento de famosos y hasta de un exgobernador pusieron a la entidad en las páginas rojas del mundo.
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Inaugurado el 3 de octubre de 1943 por el entonces gobernador Bonifacio Salinas Leal, el penal abrió con cupo para 600 internos.
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Pero al paso de los años sufrió deterioro y sobrepoblación, lo que produjo constantes motines, epidemias y siniestros.
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Con el nuevo milenio, tuvo casi seis mil internos.
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Tras la llegada de miembros de la delincuencia organizada, se perdió el control por parte de las autoridades.
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Tocó fondo el penal con la muerte de 49 internos en febrero del 2016, la masacre más alta en un centro penitenciario en México en la historia reciente.
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En 1997 el banquero y presidente del Club Rayados de Monterrey, Jorge Lankenau, también estuvo preso por años acusado de fraude.
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Más reciente, en este año, el exseleccionador nacional y exjugador de Rayados y Chivas, Jesús Cabrito Arellano, también pasó semanas acusado de abuso sexual.
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En sus celdas también estuvieron famosos políticos como el exgobernador Rodrigo Medina, quien por 19 horas fue encarcelado luego del pleito que sostiene con su sucesor Jaime Rodríguez Calderón. / Foto Jesús Téllez
El penal Topo Chico será derrumbado, de acuerdo al gobernador Jaime Rodríguez Calderón.
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Una vez sin reos, el penal quedará abierto al público para que los ciudadanos puedan entrar y conocer sus condiciones.
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En la última semana se trasladaron al Cereso de Apodaca, al norte de la zona metropolitana, poco más de dos mil 600 internos.
/ Foto Jesús Téllez
"Las condiciones de infraestructura son distintas en el penal de Apodaca, se trabaja con procedimientos que permite que sea más complicado la discrecionalidad de los oficiales o cualquier autoridad. Hoy el gobierno tiene el control total de los centros, no hay por qué estar preocupados de que Apodaca se convierta en otro Topo Chico, yo les aseguro que no será así.
Durante el evento, se proyectó un video en donde se mostró lo que será la nueva vocación del edificio de más de siete décadas de antigüedad.
Como cierre del evento se realizó el protocolo para el retiro de los últimos 150 internos hacia el Cereso de Apodaca y después El Bronco cerró el portón principal.