CACNÚN. Los multicolores corales del Caribe Mexicano están perdiendo su atractivo debido a la presencia del Síndrome Blanco, una rara enfermedad que convierte estos coloridos organismos en inertes esqueletos de carbonato de calcio.
Se estima que en poco más de un año, estos arrecifes han perdido más de 30 por ciento de su cobertura de coral debido a esta enfermedad.
Expertos advierten que la plaga podría matar gran parte del arrecife, que comprende un arco de más de mil kilómetros de corales compartido por México, Belice, Guatemala y Honduras, el más grande del mundo después de la Gran Barrera de Coral en Australia.
El síndrome blanco fue detectado por primera vez en julio de 2018 en el Parque Nacional Arrecifes de Puerto Morelos, en el norte del Caribe mexicano, cuando científicos descubrieron que los corales se estaban muriendo rápidamente.
El Inapesca convocó a instituciones académicas y gubernamentales a elaborar un plan de acción dirigido a atender esta problemática.
Los arrecifes de coral son una barrera contra desastres naturales, un atractivo turístico y constituyen el hábitat de las especies comerciales en Quintana Roo, donde dos mil 500 productores se dedican a la pesca artesanal que da un promedio 700 toneladas de escama y 300 toneladas de langosta.