CHIHUAHUA.- Dueños de aserraderos denuncian que no existe dependencia alguna que ponga freno a la tala ilegal en la Sierra Tarahumara por parte del crimen organizado y todo el mercado negro en el que se vende ese recurso.
Los productores que operan en diferentes zonas calificadas como conflictivas, principalmente San Juanito, Bocoyna, Guachochi, Basaseachi y Madera, reclaman que nadie los puede atender para interponer una denuncia formal, pues a pesar de haber dos instancias representativas, no existen físicamente las oficinas o personal que atienda las denuncias de los campesinos.
“No hay nadie, usted debe poner su denuncia con el Ministerio Público federal pero no hay; hay dos ministerios públicos federales para toda la sierra, pero no sabemos dónde están. No tenemos con quién denunciar, vamos con el ministerio estatal, con el fuero común, y dicen ‘no es de mi competencia, te voy a levantar la demanda, la voy a pasar al federal’ y nunca hay sistema, las levantan a mano y se queda en todo el asunto”, acusan.
El negocio de la madera en la sierra se ha convertido en una de las principales actividades del crimen organizado, que va desde la tala clandestina, robo de camiones y cobro de cuotas a negocios que compran madera robada.
Acusan además, que los delincuentes en algunas ocasiones queman los residuos de la tala y dejan los predios como llano, para evitar dejar evidencia de sus actividades ilegales.
“Es una tala indiscriminada, porque también se dedican a comprar madera a los dueños de predios y le dan un pago, y ellos sacan la madera, pero haga de cuenta que tiraban los pinos y prendían lumbre, dejaban sin ningún solo pino ni de un metro ni nada, todo para que quedara como agostadero, para que no hubiera huella, para que las autoridades cre yeran que es llano, que no se hizo destrozo, lo dejaban sin nada”, explican.
Los campesinos ya ni van a denunciar los hechos, los robos, la tala clandestina, porque no existe el Ministerio Público federal que se haga cargo de estas investigaciones y el fuero local sólo dicen que no es de su jurisdicción y que no tienen sistema para ingresarlo en una red digital, por lo que deben hacerlo a mano y a final de cuentas se pierden.
Señalan también que existe la entrega de dobles guías autorizadas desde el gobierno del estado y el federal a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), con las cuales facilitan a los delincuentes a sacar madera robada con folios originales expedidos por las propias autoridades.
“Todos los camiones traían guía; las guías las autoriza el gobierno del estado y la Semarnat. Llenan requisitos y luego dan visto bueno. Todos los que traían madera robada tenían su guía, y por eso no los agarraban; salían presuntamente legales.
Había doble guía, sacan el permiso de explotación de su terreno, le autorizaban 400 metros cúbicos, por decir, con folios de guía, y salían dos juegos; con el otro sacaban toda la madera de algún aserradero y no se daban cuenta que tenía su folio dobleteado, pero la autoridad, al ver que son folios legales, tampoco sabían que había dos, y así es como salía la madera robada”, explica uno de los dueños de aserraderos.