Al filo de las 10 de la mañana arribaron los restos de Pedro Eliodoro Palma Gutiérrez, quien fuera asesinado junto con los sacerdotes jesuitas en la localidad de Cerocahui, municipio de Urique, Chihuahua, para ser velado por sus seres queridos, en la funeraria Mausoleos Luz Eterna del Periférico de la Juventud, en la capital chihuahuense.
Personas del gremio de guía de turistas arribaron para honrar a su colega, en donde se pudieron apreciar decenas de coronas de empresas turísticas, así como familiares y amigos que, embargados por el dolor, se reunieron para dar el último adiós al señor Pedro Palma.
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En el lugar se contó con la presencia de personal del Centro Estatal de los Derechos Humanos de las Mujeres (CEDEHM), quienes dan acompañamiento a los hijos de la víctima de desaparición forzada y asesinato. El hijo del difunto, Pedro Palma, se negó a dar un comentario a esta redacción. La misa se efectuará el día viernes 24 de junio, en la capilla de Mausoleos “Santo Cristo de la Esperanza”, al medio día.
Hay que recordar, que fue la tarde-noche del miércoles cuando se concluyó el protocolo de identificación de los tres cuerpos localizados en las inmediaciones del lugar conocido como “Pitorreal”, en el municipio de Urique, los cuales corresponden a los dos sacerdotes jesuitas, Javier Campos Morales, y Joaquín César Mora Salazar, así como al guía de turistas Pedro Palma, asesinados el pasado 20 de junio. La Fiscalía de Distrito zona occidente, hizo entrega de manera inmediata de los cuerpos a las personas autorizadas para ello.
Fue alrededor de las 6 de la tarde del pasado miércoles 22 de junio, cuando los tres cuerpos arribaron a las instalaciones del Servicio Médico Forense ubicado en la ciudad de Cuauhtémoc, en donde dos horas después, fue entregado el cuerpo de Pedro Palma a sus familiares, tras su respectiva identificación.
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Posteriormente a las 2 de la mañana del jueves se hizo lo propio con los cadáveres de los sacerdotes jesuitas, correspondiendo al padre provincial Luis Gerardo Moro, reconocer a las víctimas de homicidio, para luego partir a la comunidad de Cerocahui para establecer la organización de los servicios fúnebres.
Nota publicada en El Heraldo de Chihuahua